Comienza en Buenos Aires la cumbre del G20 marcada por las tensiones comerciales y por la situación de Crimea. La mayor parte de los jefes de Estado y de Gobierno ya están en la capital de Argentina, así como los dirigentes de la ONU y del FMI. No llegará a tiempo la canciller alemana por un problema en su avión. De hecho Angela Merkel y el presidente de Turquía, Recept Tayip Erdogan, son los únicos que se mantienen de la primera reunión de este grupo hace 10 años. Muy criticada es la presencia del príncipe heredero saudí, Mohammed Bin Salman, por el caso Kashoggi. El presidente del país, Mauricio Macri, defiende la presencia heredero del trono de Arabia Saudí.



La cumbre comenzará a las 14.00h CET y su primer día concluirá seis horas después con una reunión bajo el lema "Construyendo consenso”. Más de 22.000 policías y militares se encargan de la seguridad.

Mauricio Macri se ha marcado como objetivo también que se mantengan el mayor número posible de reuniones bilaterales, pero diez años después del inicio del G20 la clave está en los pasillos. El investigador principal del Real Instituto Elcano, Miguel Otero, explica que el encuentro se ha convertido en un sitio de diálogo más que en un lugar de toma de decisiones:



El anfitrión ya ha mantenido varias, entre ellas con los presidentes del Consejo y de la Unión Europea. Todos han coincidido en la importancia del libre comercio. Aunque en su encuentro con el presidente francés, Emmanuel Macron, Macri se ha encontrado el rechazo de cerrar el acuerdo con el Mercosur ante la oposición del nuevo gobierno de Brasil: "En cuanto al Mercosur, hay un gran cambio político que acaba de ocurrir en Brasil y, por lo tanto, tiene sentido que por parte del Mercosur haya preguntas sobre el tipo de impacto que tendrá este cambio. Y he dicho muy claramente por parte francesa que no estoy a favor de firmar grandes acuerdos comerciales con potencias que no respetan el acuerdo de París".

El Banco Europeo de Inversiones, el BEI, ha firmado con el Gobierno argentino tres créditos para financiar proyectos de infraestructura sostenible, por un valor aproximado de 225 millones de euros.

La reunión que más atención se llevará será el que mantengan el presidente de EEUU con el de China. Sobre todo después de que Donald Trump cancelara oficialmente, por un tuit, el encuentro con el presidente de Rusia por su posición en Ucrania, aunque antes de despegar había accedido a esa reunión con Putin. Trump, ha asegurado que su Gobierno está cerca de cerrar un acuerdo comercial con China, aunque dice que no sabe si quiere que ese pacto se convierta en realidad: "Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China, pero no sé si quiero hacerlo. Porque lo que tenemos ahora mismo son miles de millones de dólares que llegan a los Estados Unidos en forma de aranceles o impuestos. Así que realmente no lo sé. Pero les diré que creo que China quiere hacer un trato. Estoy abierto a hacer un trato. Pero francamente me gusta el trato que tenemos ahora mismo".


EEUU subirá al 25 % en enero los aranceles a productos chinos, y ha amenazado con sancionar bienes por otros 267.000 millones de dólares.