A última hora tenemos noticias contradictorias de un acuerdo que no llega.
Y no llega porque junto a la factura del divorcio y el tratamiento de los expatriados, se discute si parte del Reino Unido podría quedarse en la UE. Esa parte puede ser el norte de Irlanda, algo que sin embargo la líder del Partido Democrático Unionista (DUP), Arlene Foster, no admite. No acepta un trato diferenciado del resto del país.
Además, un trato diferenciado da alas a las peticiones de los dirigentes escoceses o galeses.
Pero claro, todo no se puede. Si se quiere que no exista barreras en el comercio entre Irlanda e Irlanda del norte hay que dar un estatuto especial a la zona y eso significa un Brexit muy especial que la Unión Europea no puede aceptar.
Si tenemos en cuenta que May va a volver a finales de esta semana a negociar con Bruselas y que necesita la ayuda del Partido Democrático Unionista, todo apunta a que la frontera volverá a levantarse, a pesar de que la mayoría de la población en Irlanda del norte votó a favor de quedarse en la UE.
Sin embargo, la televisión irlandesa, anunció a última hora de ayer un acuerdo que permitiría el mercado único en toda la isla.
El acuerdo debería de llegar antes de próximo día 15 que hay consejo europeo, bajo la sombra del fantasma de la denominada frontera dura con Irlanda que sobrevuela de nuevo.