Algunos consideran un derecho el desconectar el teléfono profesional cuando estamos fuera de nuestro horario laboral pero está por ver si se incorpora a nuestra legislación.


De momento, la noticia es la firma de un convenio colectivo de la empresa AXA en línea con la tendencia del vecino país Francia, que sí admite que no esté uno conectado con la oficina cuando se encuentra fuera del horario laboral.

 

Ahora, la pregunta es si eso significa un avance de la tendencia a conciliar trabajo y vida personal, porque una cosa es la desconexión y otra la desconexión selectiva que permita al trabajador organizarse y, por tanto, realizar otras actividades compatibles perfectamente con el trabajo, como pueda ser planear su descanso en plena jornada o realizar tareas familiares que no pueden esperar, como es llevar o recoger a los niños del colegio.

 

Así las cosas, ¿Qué hay del teletrabajo? Por eso no se sabe muy bien si constituye un avance o un retroceso esta medida, ya que precisamente la conexión lo que permite o incluso favorece es el teletrabajo.

 

La clave puede estar en definir correctamente cuál es nuestro horario laboral. Y cómo se establece cuando, por ejemplo, se desempeñan determinados puestos bien de responsabilidad especial en la empresa o bien de cara al exterior, es el caso del departamento comercial.

 

Lo que está claro es que la conexión permanente es una ventaja en muchos casos, pero hay que saber dosificarla y de eso es de lo que se trata. Hay que recurrir a las clásica distinción entre lo importante y lo urgente y acostumbrarse a que le contesten a uno cuando se esté en horario laboral.


 

En conclusión: Vale, no respondemos a cosas del trabajo, pero ¿Vamos a dejar de conectarnos para el resto las cosas? ¿Vamos a ser capaces? A ver si alguno se equivoca y apaga el móvil personal y le da algo.