El comportamiento de la concursalidad en 2017 confirma el cambio de tendencia observado en el cuarto trimestre de 2016 cuando, por primera vez desde 2012 el número de nuevos procesos concursales registró un empeoramiento respecto al mismo periodo del año anterior. La concursalidad en España alcanzó su máximo histórico en 2013, cuando el número de procesos se situó muy cerca de los 10.000. Desde 2014 hasta junio de 2016, registró una mejoría sostenida.
Sin embargo, la segunda mitad de 2016 ya anticipó un posible cambio de tendencia y España cerró finalmente el ejercicio ligeramente por encima de los 5.000 nuevos procesos concursales, niveles de insolvencia judicial muy por encima de los 1.000 casos anuales previos a la crisis.
A pesar de la mejoría registrada de 2014 a 2016, el número anual de insolvencias en España sigue siendo cinco veces superior a los niveles de 2007, el multiplicador más alto de los países de nuestro entorno.