Emociones con sentido es el nombre del programa innovador que ya se está llevando a cabo en los centros residenciales del Grupo Amavir. Un programa que está en línea con el modelo de atención del grupo, Guiados por ti, como nos recuerda la responsable Asistencial de Amavir, Eva Ochoa, en el programa Palabras Mayores.
Programa “Emociones con sentido” en los centros Amavir:
Nos acompañan Eva Ochoa Moratinos, responsable asistencial de Amavir; Estefanía Corona Orts, psicóloga de Amavir La Gavia; y Nair Alcocer, terapeuta ocupacional y responsable comercial y de Formación de Qinera.
Ochoa ha estado acompañada por la psicóloga de Amavir La Gavia, Estefanía Corona, y por la terapeuta ocupacional y responsable Comercial y de Formación de Qinera, Nair Alcocer. Ellas nos han contado cómo este programa se ha convertido en una herramienta asistencial en los centros de Amavir de primer orden. De momento antes de que finalice el año estará implantado en los 22 centros que el grupo tiene en la Comunidad de Madrid, y poco a poco se irá extendiendo al resto del país.
Ochoa reconoce que Emociones con sentido es «un paso más que trata de dar luz a unidades de convivencia que disponen de un perfil muy delicado de residentes, y hemos querido potenciar este espacio para relajar o activar sus comportamientos», y hacerlo a través de la emoción. Este programa está dirigido a residentes con un perfil concreto, como explica Corona.
«Va dirigido a personas con un deterioro cognitivo severo, es decir, a personas que no pueden responder a otro tipo de terapias como puede ser la estimulación cognitiva o la rehabilitación en el gimnasio, y que suelen presentar alteraciones de conducta».
Para ponerlo en marcha se recurrió a Qinera por «lo que nos transmitieron, por el equipo humano que hay detrás», como explica Ochoa. Una empresa que ha dado un paso más al uso de las salas multisensoriales, como apunta Alcocer, en un «proyecto muy puntero que se incluye en los espacios de convivencia de los residentes».
Innovaciones que gracias a la tecnología SHX permite «un sistema de trabajo por escenas, es decir, que facilita por ejemplo, la proyección de un vídeo y que se active de manera coordinada con el resto de elementos de la sala, la iluminación, la vibración, algún elemento más visual y táctil, como una fibra óptica».
Este sistema permite que sea el usuario quien vaya guiando cada paso, quien marque si necesita relajación o estimulación, siempre con la emoción como instrumento de cambio, sin olvidar en ningún momento la historia de vida de cada residente.