En un contexto donde la equidad laboral en España sigue siendo un desafío, los datos reflejan que las mujeres aún enfrentan barreras significativas en el mercado, desde dificultades para acceder a puestos de liderazgo hasta brechas salariales persistentes. Aunque algunos argumentan que estas diferencias se deben a factores individuales o elecciones profesionales, otros señalan que las cifras evidencian una discriminación estructural. La pregunta es clara: ¿la desigualdad salarial en nuestro país es un mito o una realidad?

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La brecha salarial en España: ¿Mito o realidad?

La brecha salarial en nuestro país se ha reducido 10 puntos en una década, al pasar del 18,7% en 2012 al 8,7% en 2022, según un informe de Funcas.

Según un informe publicado por el Foro Económico Mundial, se estima que se necesitarían 134 años para alcanzar la paridad total entre hombres y mujeres, lo que equivale a cinco generaciones más allá de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

En nuestro país, los estudios más recientes sobre la brecha salarial de género evidencian una subida de 0,6 puntos respecto al año pasado, que en términos económicos supone que las mujeres cobran de media unos 5.200 euros menos al año que los hombres.

¿Cuáles son las causas que responden a este fenómeno?

Si hablamos de las causas que responden a este desequilibrio, nos topamos con las responsabilidades familiares y del hogar, que siguen recayendo hasta 11 veces más en mujeres. La segregación laboral también ocupa relevancia, ya que las mujeres siguen concentrándose en sectores tradicionalmente feminizados y con menor remuneración como son las tareas artísticas o administrativas. Comisiones Obreras apunta además a los puestos de liderazgo, donde las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en puestos directivos o de alto nivel salarial.

No obstante, expertos como Nuria Chinchilla, profesora del IESE Business School, niega la existencia de la brecha salarial e insiste en descartar los estereotipos y ahondar más en todos los sectores: "La brecha salarial depende de cómo se mida", es decir, si se analiza en términos globales sector por sector, "cuando se comprueba en las empresas, la diferencia es mínima".

En España la situación es de las más positivas. Nuestro país reafirma su compromiso con la igualdad de género en la Unión Europea al mantener el cuarto puesto en el Índice de Igualdad de Género 2024, publicado en diciembre por el EIGE (European Institute for Gender Equality).

Un informe de Funcas refleja además que la brecha salarial de género se ha reducido 10 puntos en una década, pasando del 18,7% en 2012 al 8,7% en 2022, unos datos optimistas que lo sitúan hasta cuatro puntos por debajo de la cifra comunitaria (12,7%).

Funcas revela que la brecha salarial en España es muy sensible a la edad, ya que entre los menores de 25 años, las mujeres ganan por hora más que los hombres de la misma edad, razón que atribuyen al mayor nivel educativo que presentan ellas. Sin embargo, el escenario cambia drásticamente entre los trabajadores más veteranos, ya que en el grupo cercano a la edad de jubilación, la brecha se acerca al 14%.