Crecimiento desigual y alto desempleo juvenil son las principales tareas pendientes que tiene una de las grandes potencias de Asia, como es la India. Hablamos de ello con Gonzalo Alfonso Navarro Hernández, economista del Estado y experto en Comercio en la Embajada de España en el país.
Escucha la entrevista completa en el siguiente podcast:
Las últimas elecciones han supuesto un golpe de realidad para el actual presidente, Narendra Modi, que pierde la mayoría absoluta. Hablamos de ello con Gonzalo Alfonso Navarro Hernández, de la Embajada de España en la India.
India ha visto jurar por tercera vez consecutiva a Narendra Modi este fin de semana como primer ministro.
Nuevo mandato del líder nacionalista hindú, sin embargo, con un respaldo parlamentario menos contundente y con la necesidad de gobernar en coalición.
El resultado ha sido una sorpresa, apunta Navarro, ya que Modi viene de lograr dos mayorías absolutas seguidas, en 2014 y 2019. Pero en las últimas elecciones, el resultado ha sido peor de lo previsto.
Modi pensaba que iba a logar una mayoría aplastante, de 400 escaños de los 543 que supone la Cámara Baja, pero finalmente ha logrado menos escaños de los que tenía, "se ha quedado por debajo de la mayoría absoluta, por lo tanto necesitará del apoyo de sus socios".
Las elecciones han cambiado el relato, porque el mensaje que ha dado la ciudadanía es de descontento social generalizado. Los motivos son el elevado desempleo, la inflación y un crecimiento económico que ha sido muy desigual en este tiempo.
El plano económico
En las dos últimas legislaturas, India ha experimentado una mayor apertura, se ha encaminado hacia una mayor apertura de mercado y hacia la puesta en marcha de reformas estructurales necesarias. Pero "muchas de ellas se han quedado en el tintero".
El motivo es que, en muchas ocasiones, no ha logrado el apoyo necesario. El país es un estado descentralizado en el que las regiones son clave para llevar a cabo las diferentes reformas.
Un ejemplo de esto han sido las tres reformas agrícolas, que, incluso teniendo mayoría absoluta, las tuvo que retirar, porque los agricultores se le echaron encima, mientras que los diferentes estados tampoco compartían la misma visión.
Es una de las tareas que el país tiene pendiente, junto a una ley de tierras, "fundamental para poder mejorar la competitividad de la economía", una ley de protección de datos o una normativa de corte laboral.
En este sentido, el país está abocado al desempleo y la economía sumergida. Para hacernos una idea, el desempleo juvenil llega a cotas del 42%. Esto en un país donde dos tercios de la población está por debajo de los 30 años.