Inversión Inmobiliaria ha dado cita a los principales directivos del sector inmobiliario para hacer balance de 2020 y ver como se presenta el 2021 para el sector inmobiliario. Pedro Soria, director comercial de Tinsa hace balance del año 2020.
"La pandemia ha acelerado el fin de un ciclo expansivo que venía dando síntomas de desaceleración desde finales de 2019. La inversión inmobiliaria ha sufrido una reducción significativa en los volúmenes de contratación, con especial impacto en los sectores vinculados al turismo y al consumo. Veremos diferentes velocidades de recuperación, ante una previsible crisis de demanda por falta de solvencia y un posible endurecimiento en las condiciones de financiación. Heterogeneidad como nota predominante y comportamientos asimétricos con un mercado residencial de vivienda usada que tendrá mayor corrección que el de obra nueva, que a su vez ralentizará la puesta en marcha de nuevos proyectos. El impacto será mayor en los mercados de segunda residencia vinculados a la actividad turística e inversión extranjera.
En cuanto a la evolución del sector en 2021 y los productos que van a ser protagonistas, Pedro Soria asegura que la rehabilitación va a ser muy importante y va a salir reforzada en 2021. Sectores como el logístico y otros alternativos como las residencias de estudiantes seguirán activos en desarrollo e inversión. Preferencia en operaciones de sale & leaseback, operaciones ‘refugio’ con producto prime o inquilinos de elevada solvencia, y sobre todo con alta expectativa de demanda como el segmento residencial de alquiler con especial protagonismo del Build to Rent. La gran duda estará en el sector hotelero.
Entre los retos que tiene por delante el sector este año, Pedro Soria apunta en la recuperación del consumo, la superación de las restricciones a la movilidad y la generación de la confianza en turistas e inversores extranjeros, así como el sostenimiento de la demanda nacional, como puntos claves para la reactivación.
"Concretamente en residencial, el reto será incrementar la oferta de vivienda en alquiler para facilitar el acceso a precios asequibles, impulsar la colaboración público-privada para poner en carga suelos de titularidad pública, disponer de un marco regulatorio claro, estable y equilibrado que aporte seguridad jurídica y confianza en los inversores, así como una apuesta firme por la creación de un parque público de vivienda social en alquiler para dar cobertura a familias vulnerables".