Cada uno de los lados tiene grandes argumentos. Los que votan "sí" a la independencia tomarían las riendas de todas y cada una de las cuestiones que le afectan, y los partidarios del "no" serían parte de una unión más grande, que le facilitaría el acceso a los mercados y a los países.
Michael Keating es profesor de política en la universidad de Edimburgo