Hay quien los entiende como un lenguaje a través del cual comunicarnos, lo es,
Hay quien los conserva con especial celo, reservándolos para un momento especial, para alguien especial, quien los trata con la delicadeza necesaria y requerida en las cosas bonitas de la vida.
Sin endulcoramiento innecesario y con la naturalidad y belleza que tienen, os proponemos hoy en el #DíaInternacionaldelBeso viajar a través de ellos.
Todo es válido cuando se habla de besos compartidos, deseados… muchos de ellos han sido seguro protagonistas de alguno de vuestros viajes, pero también un poco de la historia de todos… ¿quién no asocia Times Square con ese beso que pondría final a la II Guerra Mundial?
Pero la Fontana di Trevi italiana también nos ha dejado besos inolvidables como en La dolce vita, y ¿qué nos decís de esos amantes y su peligrosa relación secreta en una Casablanca en blanco y negro? Lo mismo sucede con el beso de la fraternidad que podéis encontrar en muro de Berlín, un beso de paz y fraternidad entre los líderes comunistas Brèznev y Honecker tras la caída del Telón de Acero.
Y hablando de besos parece irremediable que surgiera París, con el paso de los años el famoso beso que inmortalizó el fotógrafo Robert Doisneau en el Hotel del Ville se ha convertido en el póster más vendido de la historia. Como curiosidad deciros que no fue un beso improvisado, sino que el fotógrafo francés contrató a dos actores para escenificar esa escena.
Como decíamos al principio, cualquier lugar es bueno si el beso es de los de verdad.
Millones de ellos para todos.