La economía española crece más de lo esperado sorprendiendo a propios y extraños. Algo que se refleja en los Presupuestos Generales del Estado 2017 presentados hoy por el Gobierno, donde se pronostica un PIB del 2,5% en este ejercicio y una tasa de paro en el 16,6% a finales de año, con la creación de 506.000 nuevos empleos. La pregunta que hacemos ahora a los expertos, además de si son propuestas alcanzables, es si con estas cifras es suficiente para avalar la recuperación económica en nuestro país y la salida definitiva de la crisis y, por supuesto, la salud del mercado laboral.

El director de Coyuntura y Estadística de Funcas, Raymond Torres, explica que en algunos países europeos las reformas han funcionado y ayudado a contener la presión de la crisis. Es el caso de Alemania, y también de Italia, donde lo que más ha funcionado son sistemas de reparto para contener el trabajo en empresas que eran rentables. “Otra cosa que funciona es evitar la polarización entre trabajo fijo y temporal, que crea mucha rotación e inseguridad y tampoco resuelve de fondo el tema del paro, puesto que se crea y se destruye muy rápidamente el empleo” explica Torres. Otro de los retos inmediatos es la adaptación y el aprovechamiento de la economía digital.



Respecto al mercado laboral español el principal problema sigue siendo la dualidad, explica Torres: “Yo no conozco reforma laboral en España en los últimos 30 años que haya conseguido de verdad atajar esa polarización”. Una dualidad que se redujo durante los años de crisis pero únicamente porque se destruía empleo, “y ahora sucede el proceso contrario, porque es algo muy arraigado en el mercado laboral español”. Para solucionarlo considera imprescindible mejorar la seguridad jurídica y la protección social y de derechos de trabajadores temporales, interinos y parados; además de implementar políticas activas.

El director de Coyuntura y Estadística de Funcas, hace hincapié en otro de los problemas actuales de la economía española: el déficit. Explica que las cotizaciones sociales crecen por debajo de la creación de empleo, debido principalmente a los recortes y bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social. “Esto refleja una política de desgravación de todo tipo de cuotas”, explica Torres, “que son de dudosa utilidad y se podrían reconsiderar o, al menos, enfocar hacia colectivos especialmente vulnerables para evitar el efecto ganga y que los recursos disponibles se utilicen para aquello que de verdad es necesario.”