La actualidad de este lunes pasa inevitablemente por Italia. En los comicios de ayer, la ultraderechista Giorgia Meloni logró, sin sobresaltos, la victoria tras cosechar en torno a un cuarto del sufragio depositado en las urnas.
La coalición de derechas conformada por los Hermanos de Italia de Giorgia Melonia, Forza Italia de Silvio Berlusconi y La Lega de Matteo Salvini obtiene más del 44%, lo que deja sin opciones a ninguna alternativa del centro izquierda.
Examinamos las claves de estas elecciones italianas y los objetivos geopolíticos y económicos que se abren en esta nueva etapa italiana con la ayuda de Manuel López-Linares, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas.
En el siguiente podcast, puedes escuchar al completo la Entrevista Capital con Luis Vicente Muñoz.
Examinamos las claves de estas elecciones italianas y los objetivos geopolíticos y económicos que se abren en esta nueva etapa italiana con la ayuda de Manuel López-Linares, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas.
"Los italianos han mostrado hartazgo con lo que ya han visto y buscan cambios para mejorar sus perspectivas", señala nuestro invitado capital. Síntoma de ese hastío social es la baja participación alcanzada en estas elecciones.
López-Linares considera que este mínimo histórico no es un buen indicador de la salud democrática de un estado fundador de la Unión Europea. "La mayoría de los italianos prefieren mantenerse al margen".
Este cúmulo de descontento y abstención en el voto ha llevado al auge del discurso populista de los Hermanos de Italia al mismo tiempo que ha provocado la desaparición de la derecha moderada (democristianos y liberales) y la atomización de los partidos de centro izquierda.
Principales desafíos para la coalición de derechas
El nuevo gobierno italiano tiene encima de la mesa problemática similares a la del resto de Europa. Los precios de la energía, el aumento de la inflación o o retos en seguridad por la guerra en Ucrania. A ello se suman los flujos migratorios desbocados, difíciles de controlar, que, en parte, explican este incremento del voto hacia la ultraderecha.
Frente al escepticismo europeo manifestado por Giorgia Meloni -más antes de la campaña que durante las últimas semanas, López-Linares ve como "buena noticia" la situación económica que atraviesa el país. "Italia cuenta con niveles de deuda pública cercana al 150% del PIB que la hacen rehén del BCE".