Para aquellos que piensen en adquirir una segunda vivienda para su propio disfrute o bien para futuro arrendamiento, deben saber que están de enhorabuena: los estudios aseguran que la buena racha del mercado inmobiliario en los últimos años continuará su crecimiento durante el recién estrenado ejercicio.
Por eso, los que estén pensando en participar activamente en el mercado deberían dar el último paso y lanzarse a la compraventa de un activo. Ahora bien, surgen numerosas dudas, ¿cómo pagar nuestra adquisición?, ¿cuáles son los criterios determinantes y prioritarios?, ¿optamos por una vivienda de obra nueva o de segunda mano?
En nuestro caso, vamos a centrarnos en las ventajas e inconvenientes de optar por un piso de segunda mano. La principal razón viene dada porque la mayoría de compradores optan por este tipo de viviendas, en concreto el 81% de las operaciones de compraventa realizadas en los últimos meses de 2018 fueron sobre viviendas usadas, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Así que, una vez que te hayas decidido repasaremos algunos detalles.
Está claro que la principal ventaja del mercado de segunda mano está en sus precios competitivos. Asimismo, en muchos casos, los impuestos son menores para las viviendas usadas que para las de obra nueva. Sin embargo, tienes que estar atento, ya que el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y las bonificaciones por edad o situación varían dependiendo de la región.
Por otra parte, hay que prestar mucha atención a la localización y al barrio donde buscamos nuestra vivienda de segunda mano, ya que puede ahorrarnos muchas sorpresas en el futuro. Por ejemplo, si trabajas en Madrid Centro y decides residir en un municipio que no está conectado con el transporte público.
No solo la zona o ciudad son importantes, sino que existen otros factores como la posible reforma que vaya a necesitar la vivienda. De hecho, esta es una de las primeras desventajas: en muchos casos, las viviendas de segunda mano requieren un cierto desembolso económico para reparar ciertos desperfectos o instalaciones rotas o en mal estado por el desgaste.
La elección de la casa requiere un estudio reflexivo por parte del interesado y, una vez decidido, el comprador debe enfrentarse a otro reto: sortear la amplia oferta inmobiliaria. En primer lugar, se recomienda ojear los portales de empresas de gestión de activos, que cuentan con útiles buscadores por criterios (precio, localización, tipología, etc). Entre ellas se encuentran servicers como Haya Real Estate donde podemos encontrar campañas especiales y oportunidades que incluyen pisos de segunda mano.
Por último, no te precipites y pregunta al actual propietario, (él te puede aclarar cualquier duda). Si es necesario, pregunta sobre los gastos de comunidad, el IBI, etc. De paso, pide en el Registro de la Propiedad un documento con datos informativos sobre la vivienda: de esta manera podrás comprobar si el titular está libre de cargos o arrastra deudas y obtendrás una descripción detallada del inmueble.