Conor McGregor se retira. El luchador irlandés de 30 años dice adiós después de una carrera de 10 años llena de éxitos en las artes marciales mixtas. Se va con un récord de 21 victorias y 4 derrotas y un patrimonio que quita la respiración. El año pasado ascendía al puesto número 12 de celebridades con más ganancias, según la revista Forbes. El irlandés se embolsó 99 millones de dólares, entre patrocinio y caché, en su pelea con Mayweather. En su último combate con Khabib, se adjudicó 50 millones de dólares. Todo ello sumado a su salario fijo por pertenecer a la UFC de 3 millones de dólares.
Además de un buen luchador, McGregor es un filón para las marcas publicitarias. “The Notorious” mantiene una relación publicitaria con una larga lista de compañías, que incluye nombres como Burger King, Beats by Dre, Monster Energy, la cervecera Anheuser-Busch o Betsafe. También cuenta con su propia marca de contenido multimedia, la Mac Life, por la que recibe otra serie de ingresos copiosos.
Pero sin duda, su última aventura empresarial es la más especial para el deportista. Tras años de fabricación, Mcgregor lanzó el pasado septiembre su propia marca de whisky irlandés con el nombre de ‘Proper Nº twelve’. Según ‘The Sun’, durante las primeras semanas de venta del producto, la cadena de supermercados Tesco tuvo que restringir el número de botellas que vendía para no quedarse sin existencias.
Es cierto que últimamente su nombre no estaba ligado a éxitos deportivos. Más bien lo contrario. McGregor estaba cumpliendo una sanción de 6 meses por los incidentes ocurridos después de su pelea con Khabib. Además recientemente, fue detenido en Miami por romperle el móvil a un aficionado.