Numerosas gestoras de todo el mundo han firmado la alianza "Net Zero", una iniciativa que surgió en 2020 y que consiste en proclamar que de aquí a 2050 no se va a invertir en inguna compañía que emita gases de efecto invernadero.
La inversión sostenible ha conseguido dejar a un lado alguno de sus mitos, como el de que es una moda o que detrae rentabilidad. "Por primera vez se dan tres pilares esenciales: una sociedad concienciada, los gobiernos, con sus iniciativas, y las empresas".
Una alineación de intereses que define que la inversión sostenible va a ser una tendencia a largo plazo y que transforma a partir de ahora nuestra forma de invertir", explica Íñigo Colomo, gestor de Mediterranean Fund de March A.M.
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Luis Martín, responsable de ventas de BMO Global Asset Management, e Íñigo Colomo, gestor de Mediterranean Fund de March A.M, explican la trayectoria que están tomando las inversiones sostenibles y sus ventajas
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Las empresas, actores que empujan el cambio
"A las empresas les gusta vender y hay un cambio en el patrón de consumo de la sociedad", por lo que las compañías que se adapten a este patrón ganarán más, según Luis Martín, responsable de ventas de BMO Global Asset Management,
"Las compañías son proactivas a la hora de identificar las necesidades de sus clientes. La única forma de llevar adelante proyectos de esta envergadura es a través del win to win, en el que todos ganamos", destaca el gestor de Mediterranean Fund.
Otro de los mitos que se ha desmontado a lo largo de los últimos años acerca de este tipo de inversión es que no dan rentabilidad. "El inversor sostenible no sacrifica retornos, el que ha invertido en fondos sostenibles ha ganado más dinero en los últimos dos años que el que ha ha hecho en fondos tradicionales", señala el responsable de ventas de BMO Global Asset Management.
Además, son compañías menos volátiles y resistentes a los momentos de caída en el mercado. "Se gana más dinero, se tiene menos riego y contribuyen al planeta".
Una forma de plantear inversiones sostenibles es a través de criterios ESG. Un error para Iñigo Colomo, que destaca que "comprar una empresa que ya lo está haciendo bien no da impulso, por lo que tratamos de invertir donde vemos que hay un margen de mejora amplio".