India quiere ser la fábrica del mundo. Para ello, ha aprovechado su posición como anfitrión de la cumbre del G20 para acercar posturas con Occidente. El más llamativo, el principio de acuerdo entre el primer ministro de Reino unido, Rishi Sunak y su homólogo indio, Narendra Modi, para lograr un tratado bilateral de libre comercio. Mientras el Gobierno de China trata de reactivar una economía ‘congelada’ tras el Covid, India se abre hacia Europa y Estados Unidos como un foco para sus inversiones. La cuestión es: ¿logrará convertirse en la mayor economía del continente?
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Mientras China trata de reactivar una economía ‘congelada’ tras el Covid, India se abre hacia Occidente como un foco para sus inversiones
La que fuera joya de la Corona del Imperio Británico se ha abierto a que las empresas puedan cotizar fuera de sus fronteras para atraer capital extranjero. Su objetivo es convertirse en el nuevo eje geoestratégico de las materias primas y alcanzar a los dos únicos mercados a doble dígito: Estados Unidos y China.
A su favor, India cuenta con atractivos tanto estructurales como demográficos. Sus 1.400 millones de habitantes son una garantía de mano de obra cualificada y de costes bajos, dentro de un mercado interno dinámico. El país cuenta con capacidades para la fabricación y unas capacidades logísticas en desarrollo para asegurar las cadenas de suministro. En su contra, el proteccionismo que ha caracterizado al país asiático durante décadas.
La calidad de su deuda
La calidad de los bonos gubernamentales del país asiático generaba dudas en el medio y largo plazo para los economistas, sin embargo, desde el 21 de septiembre, India está incluida en el índice de bonos de mercados emergentes de JP Morgan. El mayor banco comercial de Estados Unidos incorpora los bonos soberanos de India a su JP Morgan Government Bond Index-Emerging Markets desde el próximo 28 de junio de 2024. Así, tendrá una ponderación máxima del 10% en el índice. La medida dará a los inversores un mayor acceso a la que es la gran economía de más rápido crecimiento del mundo.
Make in India
Tradicionalmente, el proteccionismo indio ha restado competitividad a la hora de atraer inversión extranjera, exceso de burocracia o dificultades para alcanzar acuerdos comerciales.
Para solucionarlo, la Administración lanzaba en 2020 la iniciativa Make in India, diseñada para impulsar la fabricación nacional, facilitar la inversión, fomentar la innovación, proteger la propiedad intelectual o construir infraestructuras. Un plan gracias al cual algunos sectores se han beneficiado.