Pictet Asset Management, en colaboración con la Fundación María Jesús Soto y el Instituto BME, ha presentado "Mi primer fondo de inversión: Rentabilidad y Sostenibilidad", un libro de educación financiera que utiliza paralelismos entre la cocina y los mercados financieros para hacer más accesible el mundo de las inversiones.
La premisa fundamental del libro, según uno de sus autores, Juan Ramón Caridad, es sencilla pero efectiva: "Si cambiamos rentabilidad por sabor y riesgo por calorías, todo el mundo entiende perfectamente por qué hay que tener cuidado de no ponerte morado solamente de lo que te crees que tiene mucha rentabilidad o mucho sabor en un momento".
Escucha la entrevista de Juan Ramón Caridad, de Pictet AM y coautor de 'Mi primer fondo de inversión: Rentabilidad y Sostenibilidad", en Mercado Abierto:
Juan Ramón Caridad, coautor de "Mi primer Fondo de Inversión: Rentabilidad y Sostenibilidad", explica cómo la educación financiera puede simplificarse a través del paladar.
Los fondos de inversión como utensilios de cocina
En esta analogía gastronómica, los fondos de inversión juegan un papel fundamental. "En finanzas al final hay cinco ingredientes: hay acciones, hay bonos, hay derivados, hay materias primas y hay divisas. Y para mezclar esos ingredientes y manejar la liquidez y la temperatura y unir los sabores, necesitas cazuelas, necesitas ollas, necesitas fondos de inversión", explica Caridad.
Al hablar de la gestión pasiva y los ETFs, el experto ofrece una comparación muy visual: "Hay momentos que te apetece cocinar o comer algo rápido. Si vamos al fútbol tiene poco sentido que nos abramos una lata de fabada. Lo lógico es recurrir a algo rápido y muchas veces barato y sencillo como puedan ser las hamburguesas. Y eso lo ilustra muy bien los ETFs y todo lo que tiene que ver con gestión pasiva".
Un libro para todas las edades
Aunque el libro está diseñado con un formato visual atractivo, casi como un cómic, Caridad aclara que su público objetivo va más allá de los jóvenes: "El libro está orientado a niños y no tan niños en el sentido en que se toca con el más alto rigor. Temas muy complicados que afectan a la construcción de carteras del más alto nivel".
"Si no tienes cuidado, más del 50% de la rentabilidad de tus inversiones depende de atributos o sesgos secundarios que se llama riesgo factorial", explica Caridad, para después ilustrar este concepto con otra analogía: "Si yo como maíz, trigo, patatas, soja y pasta son alimentos distintos, de colores distintos, de sabores distintos, que parece que estoy diversificado pero entenderéis perfectamente que todo eso es sinónimo de carbohidratos".
El menú de la inversión
El libro estructura el mundo de la inversión como un gran menú, donde cada tipo de activo ocupa un lugar específico: "Los primeros platos son los activos de menor riesgo y que están asimilados a lo que es el mundo de la verdura. Luego tenemos los platos principales, que los hay más y menos agresivos con las carnes y los pescados, pero también hay postres donde está el retorno absoluto y están los activos digitales".
Sobre el oro, en boca de todos últimamente, Caridad lo sitúa en una posición flexible: "Todo activo que es un buen refugio para depositar valor y estar un poco aislado de los excesos de déficit como puede ser el oro y como pueden ser los criptoactivos tienen un papel de postre que suma y diversifica pero que no debe ser ese plato principal".