Hoy miramos a Estados Unidos y, concretamente, al mercado de materias primas después de que el precio de barril de petróleo haya recuperado en las últimas semanas el centro del debate. Esta situación ha provocado ciclos alcistas en algunas de las compañías veteranas del sector en Estados Unidos. ¿Cuáles son? ¿Cuál será su trayectoria a partir de ahora?
Escúchalo en este podcast de Mercado Abierto:
El petróleo ha subido un 75% desde principios de noviembre a medida que las principales economías vacunan a sus poblaciones y reabren después de que la pandemia cerrara fábricas y aterrizara aviones
- ¿Evitar desbandadas en bolsa por el miedo a un cambio de ciclo? La estrategia de Lonvia Capital
- ¿El coloso del petróleo? Exxon y Chevron hablan de fusión
Marathon Oil, Diamondback Energy, Occidental Petroleum, Apa Corp, Devon Energy, Hollyfrontier y EOG Resources son las que más han aprovechado el impulso en lo que va a ejercicio. Así se han conseguido colar, en apenas un trimestre, colarse entre las firmas más alcistas del S&P 500, uno de los principales índices bursátiles de referencia en Estados Unidos.
Sus revaloraciones, desde el pasado 1 de enero, rondan, ni más ni menos, que el 50%. Pero no solo ellas son las protagonistas y es que gigantes del sector como ExxonMobil o ConocoPhillips, pese a no colarse en el top ten, sí que han alcanzado hitos con avances que, en estos momentos, dejan su capitalización bursátil en los 250.000 millones de dólares para ExxonMobil y en los 80.000 millones para ConocoPhillips.
¿Cómo está el sector?
Pero ¿qué está pasando en el sector? La semana pasada el barril de petróleo consiguió recuperar sus niveles de antes de la pandemia de la COVID-19, tras apreciarse algo más de un 30% en lo que llevamos de 2021.
Y es que hay que recordar que hace ahora un año, la materia prima por excelencia, este “oro negro” registraba sus cotizaciones más bajas de las últimas dos décadas ante la crisis de la pandemia y los cierres a los que se vio abocado el mundo entero para limitar la propagación del coronavirus.
Históricamente un stand by en el mercado económico mundial se ha traducido en un soporte para los precios del barril de crudo que, en 10 de los últimos 12 meses, ha conseguido revalorizarse haciendo gala de sus tendencias “alcistas” y su recuperación al son de la mejoría de la economía mundial.
Desde abril la revalorización del petróleo ha sido del 245%, es decir, ha multiplicado su precio 3,5 veces. Una realidad que solo es comparable a la revitalización que registró el barril de Brent tras la crisis financiera de 2008.
Y es que parece que tras esta crisis sanitaria y, también, económica, el mundo no saldrá como entró. El aumento del precio de la energía, los metales y los cultivos están poniendo en jaque al mundo entero, tanto a los países desarrollados como aquellos que están atrasados respecto a lo que hemos denominado como “primer mundo”.
El repunte del crudo
El petróleo ha subido un 75% desde principios de noviembre a medida que las principales economías vacunan a sus poblaciones y reabren después de que la pandemia cerrara fábricas y aterrizara aviones. El cobre, utilizado en todo, desde automóviles hasta lavadores y turbinas eólicas, se cotiza a niveles vistos por última vez hace una década. Los precios de los alimentos han subido todos los meses desde mayo. Ahí están las cifras del IPC que, sin ir más lejos, ayer conocíamos que en Estados Unidos ha subido hasta cuatro décimas en apenas un treinta días.
Y es que algunos países que dependen de las importaciones están sintiendo ahora la presión en los mercados de bonos y divisas. El aumento de los precios del combustible, por ejemplo, le ha costado en los últimos días el puesto al director de la petrolera estatal de Brasil y han llevado a la India, el tercer mayor importador de crudo del mundo, a pedir a la OPEP, la reunión de los países exportadores de petróleo, que reconsideren el recorte en la producción petrolera y relaje la medida, en medio de una subida del precio internacional del crudo que podría afectar a la recuperación. Y un último apunte, como consecuencia de la crisis, la tasa de inflación de Turquía ha superado la barrera del 15%.
La "revolución" en Irak
Y es que aunque las compañías petroleras hayan tenido en las últimas semanas jornadas de “ensueño” en la bolsa americana. Los países exportadores, en vías de desarrollo en algunos casos, como es Irak, han visto cómo la crisis del petróleo hundió su economía un 11%, según se refleja en los últimos datos publicados por el Fondo Monetario Internacional. En consecuencia de este “declive” económico, Irak no pudo pagar a los maestros y funcionarios públicos a tiempo y los iraquíes tomaron las calles para protestar contra los cortes de energía, los hospitales en ruinas, las carreteras en ruinas y la falta de empleos.
Y es que con un pequeño ejemplo podemos ver la influencia del crudo en la economía. Con la recuperación de sus precios y a medida que el mercado del crudo se ha ido recuperando, los ingresos fiscales mensuales de Irak han subido en 5.000 millones de dólares. Todavía está muy por debajo de lo que se necesita para equilibrar el presupuesto estatal, pero hay un claro respiro.
¿Primavera Árabe en Egipto?
Otro importador neto de petróleo es Egipto. El país, dependiente de las subidas de los precios como el que más, la última vez que vivió una crisis del crudo como la actual vivió en sus calles, a los pocos meses, los levantamientos de la Primavera Árabe que, recordemos, sacó del poder a Hosni Mubarak.
Hasta ahora, el gobierno del presidente Abdel-Fattah El-Sisi ha logrado controlar la inflación. Egipto está tratando de protegerse contra los mayores costos del petróleo comprando más contratos de cobertura en el mercado y los inversores extranjeros siguen comprando bonos locales. Pero el PIB se recuperará solo un 2,9% este año, según datos de Bloomberg, alrededor de la mitad del nivel esperado para la economía mundial.
Con estas dos breves pinceladas se puede comprender el gran papel que juega el petróleo en el sistema económico actual. Sus empresas, apuntan desde Bloomberg, han logrado unas cifras de beneficio superiores a las esperadas en el conjunto del año, casi un 60%.
Y es que las expectativas de inflación en Estados Unidos, que tanto hemos analizado en los últimos días, cotizan en paralelo a la evolución del barril de petróleo en el mercado de materias primas.