Guerra en Ucrania y mientras Rusia lucha en el frente, quien le mece la cuna, China, pisa el acelerador y su divisa, el yuan, trata de ganarle terreno al dólar estadounidense. Aislar a Occidente para construir el nuevo orden mundial a partir de la Gran Muralla.
Arabia Saudí, ¿de reino de los petrodólares a los petroyuanes? Washington, ascenso y caída del mundo libre.
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
El reino árabe firma un nuevo acuerdo con Pekín para abonar el suministro de petróleo en yuanes y mientras Washington pierde influencia
Son muchos los frentes que se han abierto entre ambas potencias en los últimos años.
La veda se abrió con la llegada del republicano, Donald Trump, quien se decía “decepcionado” por la presencia, básicamente, de China en el mundo. A él, durante las ruedas de prensa, le preguntaban insistentemente sobre su papel (y relación) con Pekín y respondía que le hicieran esa pregunta a Xi Jinping.
Mandatario todo poderoso del dragón asiático que ahora parece querer despertar y con quien el sucesor de Trump en el cargo, el demócrata, Joe Biden si parece que tiene establecida una conexión telefónica. Para lo bueno y para lo malo. Porque ahora tenemos un gran frente abierto en las relaciones diplomáticas con Rusia. Por la guerra que ha provocado en Ucrania. Pero Pekín sigue siendo esa eterna amante que siempre está de fondo trastocando los planes.
Porque China está en el foco porque desde el principio del conflicto bélico en Ucrania se especulaba con que pudieran mandar militares a Rusia para ayudar en la invasión. Este pasado miércoles se rechazaba de pleno esta posibilidad y todo el mundo se declaraba más contenta que nunca.
A día de hoy Washington, está claro, domina el mundo. Al menos el occidental. Y decisiones como la prohibición a la importación de petróleo procedente de Rusia, como la tomada la semana pasada por la Casa Blanca (sobre todo la influencia posterior que tuvo en el mercado el anuncio) son inapelables. Nadie discute a Washington porque nadie puede vivir sin Washington. ¿O quizás sí?
Roberto Scholtes, jefe de inversión en España de UBS, considera que, de momento, la respuesta a esta pregunta es negativa. Que Estados Unidos sigue liderando, como a ellos les gusta decir, "el mundo libre". De hecho, allí se pusieron sanciones como la del crudo.
Y la cascada fue monumental. Reino Unido: Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, se lanzó también a por el oro negro, esta vez, decía, para “castigar al régimen de Vladímir Putin.
Minutos después en Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von Der Leyen, aseguraba que iban a hacer lo que nadie había hecho para “hacérselo imposible a Rusia”. De momento, en muchos casos, seguimos esperando.
Dólar a la baja
Volviendo a Estados Unidos, con un PIB global que representa al 15% de la actividad económica del mundo y nada más que un 10% del comercio internacional, la primera economía del mundo y su divisa, el dólar monopoliza el 80% de las exportaciones que se hacen en el planeta (la mitad si se incluye en este conteo a la Unión Europea). Es decir, con un peso ciertamente algo residual, el mercado es suyo.
Porque las sanciones podrían tener una vuelta de tuerca. Acelerar los esfuerzos de los rivales geopolíticos de Washington para evitar el billete verde buscando otras opciones y reduciendo sus reservas internacionales de la moneda.
El yuan apenas representa, hoy, el 10% de las relaciones comerciales internacionales. ¿Significa esto desdolarización?
Nos decía, en cualquier caso, Diego Morín, analista de IG España fuera de antena que esto, de momento, es una quimera. El objetivo es evadir las sanciones internacionales. Esto es “una señal” para Miguel Jaureguizar, director digital de Renta4 Banco. Pero, ¿por qué?
La exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pagos interbancarios SWIFT puede acabar siendo prueba de ello. Los rusos están haciendo valer su sistema patrio, el SPFS (Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros).
No obstante, su alcance es bastante local. Por eso cobra fuerza la hipótesis de que el país se vuelque con el sistema chino, el CIPS.
Aunque recurrir a esta vía reduciría la necesidad de dólares , mientras el 40% de los pagos internacionales del mundo sean en dólares, el CIPS, cuya cuota es del 3%, no puede ser una alternativa mundial. No podría, pero ahí está.
Arabia Saudí, banco de pruebas
Y esto está ya pasando. Arabia Saudí negocia aceptar yuanes en las ventas de petróleo a China, lo cuenta The Wall Street Journal. ¿Y esto por qué?
Darío García, analista de XTB España, nos dice que es porque les saldría más barato a todos. Se especula que pueda ser un descontento de Riad con el gobierno de Biden porque no se pliega a sus demandas “durante décadas” para ayudarles “en la defensa del país”.
¿Esto a qué hacer referencia? A la situación de guerra civil que vive su país vecino, Yemen, y por el intento de la administración Biden de llegar a un acuerdo con Irán sobre su programa nuclear.
China compra más del 25% del petróleo que exporta Arabia Saudí. Si tuvieran un precio en yuanes, esas ventas aumentarían la posición en la moneda china. Los saudíes también están considerando incluir contratos de futuros denominados en yuanes y con estos, las transacciones de la mano de Aramco, la mayor petrolera del mundo.
¿Conclusión? Ni con Washington ni con Pekín. Ahora queda esperar a ver qué pasa.