La electrificación que prepara General Motors tiene truco. La compañía es actualmente el mayor fabricantes de automóviles estadounidense y séptimo a nivel mundial por detrás de otros como Stellantis (grupo resultante de la fusión PSA-FCA) o Toyota . Con cientos de miles de coches fabricados cada año, la compañía se ha propuesto hacer ahora el gran cambio y electrificar su flota. Esperan con esto ser carbón neutral para dentro de dos décadas.
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La compañía estadounidense ha anunciado la electrificación de toda su flota de vehículos para 2035 para lo que invertirán más de 22.000 millones de dólares
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El primer paso para esto, hay que apuntar, parece ser electrificar todo lo posible. La compañía ya se había comprometido a invertir 27.000 millones de dólares en vehículos eléctricos y autónomos hasta 2025. Para conseguido lanzará, según han anunciado, 30 nuevos modelos de coches eléctricos en todo el mundo.
Esta electrificación llegará primero a los coches ligeros y deportivos. Es decir, los primeros que recorrerán las carreteras no serán los camiones o los grandes vehículos utilitarios. Pero hay que apuntar que acabar con la producción de coches de combustión para 2035 tiene truco, hacen referencia sólo a los modelos ligeros, es decir, a los vehículos más pequeños y de servicios para los usuarios, una realidad que ya están viviendo otras empresas como Renault o Nissan.
A pesar de ello, hay que señalarlo, marca un importante punto de inflexión si tenemos en cuenta la grandeza y capacidad de producción de una compañía del tamaño de General Motors.
Según un comunicado emitido por la compañía, General Motors está abierta, dicen, a trabajar con Estados como California y la nueva Administración Biden en Estados Unidos para lograr un acuerdo para acelerar la electrificación del sector del transporte ligero.
El truco de los créditos de emisión
Más allá de 2035, la compañía estadounidense se plantea acabar con las emisiones de carbono para 2040. Es decir, buscan ser carbón neutral en toda la actividad de la compañía. Esto significa aportar cero emisiones de carbono a la atmósfera con su actividad. Pero al igual que ocurre con las aerolíneas que se lo proponen, hay una doble lectura.
Ser carbón neutral significa no aportar emisiones de carbono a la atmósfera. A no ser, claro, que aportes por una parte y las quites por la otra. Las compañías, como los Estados, pueden comprar créditos de otras empresas o países que no han emitido o han recuperado emisiones de carbono. Con esto, podemos decir, devuelven el contador a cero para ser carbón neutral y así andan como la pescadilla que se muerde la cola.
Hace unos años General Motors y otros grandes fabricantes de automóviles se pusieron del lado de Donald Trump en un desafío legal a su retroceso de las normas federales de emisiones de vehículos hasta 2026.
Sin embargo, en noviembre, GM se retiró de un juicio por separado en el que se había puesto del lado del esfuerzo de la administración Trump para prohibir que los Estados, unilateralmente, como California puedan establecer sus propias reglas de emisiones de vehículos.
Honda, Toyota o Peugeot ya están en ello
En todo esto, como ya hemos señalado al comienzo General Motors no es la única compañía de automóviles que ya están pensando en electrificar sus vehículos. Honda, por ejemplo, ha anunciado que electrificará sus vehículos en Europa de aquí a cuatro años, a 2025. Otras como Peugeot o Hyundai también tienen hojas de ruta propias y en el caos de Smart, la filial de utilitarios de Mercedes-Benz, ya se ha conseguido. Volvo, Toyota o PSA ya están comenzando también a dibujar sus planes.
En la actualidad, más de la mitad del equipo de gasto de capital y desarrollo de productos de General Motors se dedicará a programas de vehículos eléctricos y eléctricos autónomos.
Como telón de fondo, hay que señalar que Joe Biden prometió el lunes reemplazar la flota del gobierno de Estados Unidos de, aproximadamente, 650.000 vehículos con modelos eléctricos a medida que la nueva administración cambia su enfoque hacia la energía limpia. Puede que ese sea el motor para que las grandes compañías, además de interesarse por el medio ambiente, decidan ahora poner en marcha este tipo de planes.