General Motors es, oficialmente, nueva escudería de Fórmula 1. Será la undécima del campeonato a partir de la temporada 2026 y podrá desarrollar sus propios motores desde 2028. Lo hará de la mano de TWG Global y previo pago de 450 millones de dólares que se repartirán entre los otros diez equipos.
El presidente de General Motors, Mark Reuss, lo ha calificado como “un escenario global para demostrar la experiencia en ingeniería y el liderazgo tecnológico de GM a un nivel completamente nuevo”. Liberty Media, propietario de la competición, ha alcanzado un acuerdo con el fabricante de vehículos para que la marca Cadillac dispute el mundial de automovilismo más famoso.
Se convertirá en la undécima escudería de la parrilla, podrá competir desde 2026 y será fabricante de motores a partir de 2028
El proyecto de Andretti
Para ello utilizará el proyecto de Andretti, cuya entrada era desestimada por la competición a principios de año, y que ya cuenta con instalaciones en Silverstone. Andretti Global es una filial de TWG Global, los socios de General Motors en esta nueva aventura.
El asunto viene de lejos. Nos tenemos que remontar a 2021, cuando Andretti Global, un equipo especializado en Indycar y con participación en Fórmula E, IMSA o Extreme E, intentaba encontrar un hueco en Fórmula 1. Primero trataría de comprar Sauber, pero finalmente Audi se adelantaría y las ambiciones de Michael Andretti, hijo del campeón del mundo de F1 en 1978, Mario Andretti, caerían en saco roto.
A partir de entonces, desarrollarían un proyecto para convencer a los principales actores de la Fórmula 1 de entrar como undécimo competidor. Pese a que la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) aprobaba la entrada de Andretti en la parrilla, Liberty Media rechazaría la opción ya que, según el comunicado que emitieron, su entrada “no aportaría valor al campeonato” y el equipo “no sería competitivo”.
¿Qué ha cambiado ahora?
En primer lugar, Michael Andretti ha salido del equipo. Dimitía como consejero delegado tras la noticia y su puesto pasaba a ocuparlo Dan Towriss, CEO de TWG Global. Y es que Andretti, el hijo, no está demasiado bien considerado en la cúpula de la F1. Ahora, con un enfoque más pragmático y la unión de una firma como General Motors, las cosas son diferentes.
La organización entiende que el proyecto que está sobre la mesa es más serio y sus opciones de fabricar un coche que pelee por alcanzar grandes cotas, mayores. Es cierto que General Motors no podrá fabricar motores hasta 2028 y, según apuntan desde Inglaterra, parece que durante los dos años previos serán clientes de Ferrari. Pero, en plena expansión en el mercado estadounidense, es una gran oportunidad para dar entrada a la segunda marca yankee de una parrilla donde ya figura Haas y seguir intentando atraer aficionados del país a este deporte.