La volatilidad de un activo es la violencia con la que se mueve su precio. En el argot de los mercados financieros suele decirse que el mercado sube en escalera y baja en ascensor, una frase que nos sirve para entender por qué normalmente la subida de la volatilidad la asociamos a días de caídas en bolsa.
Existen varios tipos de volatilidad: la histórica (que mide la volatilidad del activo a posteriori, una vez conocido su precio) y la volatilidad implícita (la volatilidad que se espera de un activo durante los días posteriores). Cuando hablamos del índice VIX en Estados Unidos, nos referimos a esta última: a la volatilidad implícita o espera en el S&P en las siguientes 30 sesiones. En el siguiente podcast abordamos la volatilidad como activo de inversión con Enrique Castellanos, profesor de BME.