La cementera española Molins, principal accionista de la argentina Cementos Avellaneda, invertirá en el país sudamericano 189 millones de dólares para aumentar la producción y generar empleo. Con ello, se crearán 130 empleos directos.
Los fondos se destinarán a la ampliación de la planta ubicada en la provincia central de San Luis, donde se proyecta incrementar la producción de cemento a 1 millón de toneladas desde las 300.000 actuales.
Las obras durarán unos 30 meses, a cuyo término podrá sumar 130 nuevos puestos de trabajo para su funcionamiento operativo, al margen de otros 800 mientras dure la ampliación.
El titular de la firma española, Xavier Molins, tras la reunión con el presidente argentino Mauricio Macri, aseguró que cree que se dan las mejores condiciones para realizar nuevas inversiones en el país. El empresario visitó a Macri en Buenos Aires, con la compañía de Miguel de Anquin, director general de Cementos Avellaneda.
Cementos Avellaneda cuenta con dos fábricas, una en la bonaerense, ciudad de Olavarría y otra en San Luis, donde se harán las inversiones. Además, cuenta con cinco plantas de hormigón.
El Gobierno de Macri, quien asumió el cargo en diciembre, apuesta por un amplio desembarco de capitales tras lograr recientemente un acuerdo con los fondos conocidos como "holdouts", que mantuvo al país fuera de los mercados internacionales de capitales durante casi 15 años.
Desde la presidencia se alienta un proyecto para avalar el primer empleo entre jóvenes, con beneficios impositivos para las empresas, mientras que se rechaza la posibilidad de una posible ley que suspenda los despidos o que se dupliquen las indemnizaciones.
Los primeros meses de Macri no fueron fáciles, que para lidiar con una economía que se resentía por el desajuste fiscal tomó una serie de medidas poco populares, como despidos en la administración pública y aumentos de tarifas, que generaron un amplio malestar social.
Imagen: www.flickr.com