El Gobierno de Japón ha decidido paralizar la entrega de 1,63 millones de viales anticovid de Moderna. Tres lotes de vacunas, producidas por los laboratorios Rovi de España, no serán administradas preventivamente. La razón es el hallazgo de "sustancias anómalas" en el interior del producto.
La decisión ha sido tomada por el Ministerio de Sanidad de Japón y la farmacéutica nacional Takeda, encargada de la venta y distribución de la vacuna Moderna en el país. El personal a cargo de la inoculación en algunos viales de uno de los tres lotes bloqueados ha sido el que ha detectado dichas irregularidades. Los tres montos se produjeron en la misma planta española y al mismo tiempo.
Igualmente, las autoridades niponas informan de que no se ha detectado ningún caso con efectos secundarios de la vacuna Moderna relacionados con esta anomalía. El portavoz de la farmacéutica, asimismo, confirma que se ha puesto en marcha una investigación para detectar el origen de las sustancias anómalas y las razones de la filtración.
Las consecuencias del bloqueo
Este suceso ha constituido un impacto negativo en un país asiático en el que la campaña de vacunación continúa a un ritmo más lento de lo normal. El problema con estos lotes coincide con las dificultades que está teniendo el país nipón con el suministro de vacunas Pfizer y en medio de una cuarta ola que está castigando especialmente a la nación.
El incidente de Moderna ha afectado negativamente también al mercado español y los laboratorios Rovi, que se ha llegado a desplomar en Bolsa hasta un 10,46% a lo largo de la mañana.
Varias empresas que colaboran en la campaña de inoculación de sus empleados, como la aerolínea ANA, la tecnológica NEC o la de transporte Tokyo Metro, se han visto obligadas a suspender hoy su administración del fármaco debido a que contaban con los lotes afectados.