La facturación media prácticamente se ha duplicado desde el comienzo de la crisis, hasta los 12 millones de euros. Los márgenes, sin embargo, son ajustados y el signo de los resultados presenta grandes oscilaciones de año en año. En ese contexto, el 13% de los fabricantes de aceite de oliva está en riesgo elevado de incumplir sus pagos. El riesgo es máximo en el 3% del sector.
El tamaño es fundamental para el sector, cada vez más orientado a la exportación. Un 18% del tejido empresarial está formado por grandes y medianas empresas, fruto de la concentración creciente para afrontar con mayores garantías el mercado internacional. La longevidad empresarial en este sector es muy grande. Un 42% de sus fabricantes tiene más de 25 años y la aparición de nuevos operadores después de la crisis apenas representan un 23% del tejido productivo.