Glovo, la empresa de reparto, vuelve a estar en el punto de mira por la precariedad de sus condiciones laborales, después de que este fin de semana uno de sus riders falleciera atropellado en Barcelona. Los trabajadores aseguran que son falsos autónomos y ya hay varias sentencias que les dan la razón.
Glovo, la empresa de reparto, vuelve a estar en el punto de mira, después de que este fin de semana uno de sus riders falleciera atropellado en Barcelona. Los trabajadores se quejan por la precariedad de sus condiciones laborales.
En un primer momento, Glovo dijo que el el fallecido utilizaba la aplicación de otro repartidor, pero los trabajadores reclamaban (de hecho se han manifestado en la ciudad condal) que se considerase accidente laboral.
Tras la polémica, Glovo ha anunciado que asumirá “todos los gastos que hubiera cubierto el seguro privado con el que cuentan los repartidores de la plataforma”.
Pero los trabajadores han denunciado también que están sujetos a condiciones muy precarias y que estas nuevas plataformas les obligan a trabajar muchas horas a diario, a cumplir objetivos muy exigentes.
Desde la plataforma Riders x Derechos, que está vinculada al sindicato Intersindical Alternativa de Cataluña, denuncian que esta muerte se podría haber evitado, primero reconociendo que ha muerto uno de sus trabajadores, no un autónomo, ya que los tribunales han sentenciado en varias ocasiones que se trata de falsos autónomos. Y lo segundo, asegurando a ese trabajador, porque al tratarse de falsos autónomos no tienen un seguro privado que cubra estos accidentes.
¿Qué pasa con lo de usar otro perfil que no es el tuyo? Que es al parecer la situación en la que estaba el chico que ha muerto. Bueno pues también según denuncian desde Riders por Derechos, hay ocasiones en que inmigrantes indocumentados recurren a esta práctica. Alquilan por horas la cuenta de otro repartidor. El joven fallecido tenía 22 años, era de Nepal, llegó a España hace 4 meses y no tenía los papeles en regla.
e esta práctica, la empresa ha dicho que “es ilegal, dificulta que se pueda entregar el material didáctico en seguridad vial ofrecido normalmente a los riders y hace que no se puedan beneficiar del seguro contratado por Glovo”. Pero algunos repartidores aseguran que la empresa lo sabe y no hace nada por atajar la situación.
Objetivos muy exigentes
También desde estas plataformas de trabajadores que se están uniendo para protestar, se quejan de que te hacen darte de alta como autónomo, pero luego normalmente se dedican en exclusiva a trabajar para esa compañía. ¿Por qué? Pues porque Glovo por ejemplo funcionaría bajo objetivos, y son objetivos de horas y de repartos muy exigentes. Si no los cumples, (siempre según denuncian estas asociaciones de trabajadores), el algoritmo de la aplicación te penaliza, te da menos horas o menos repartos. Esto hace por ejemplo que los propios trabajadores, los autónomos que sí tienen cuenta en Glovo, decidan alquilar su cuenta para que figuren más horas trabajadas. Otra de las causas de la muerte de este chico podría ser que iba demasiado rápido para poder cumplir con las entregas.
El pasado mes de abril, el Parlamento Europeo aprobaba una Directiva que agrupa una serie de derechos mínimos laborales a los trabajadores con contratos de muy corta duración o a tiempo parcial, con vistas precisamente a mejorar la situación de los trabajadores de plataformas de Uber, Deliveroo o Glovo, entre otras. La normativa establece que las empresas tendrán que informar a sus trabajadores el primer día como norma general, y excepcionalmente en los primero siete días, de las características del contrato, relativos a la descripción de las tareas, la fecha de incorporación, la duración, el salario y el horario.
Ya en ese momento, Deliveroo por ejemplo decía que no le afectaba mucho esta norma en España, porque sus trabajadores son autónomos.
En el caso de Glovo, en el mes de abril, en una sola semana le llegaron tres sentencias que dictaminaban que sus repartidores eran falsos autónomos. Se trataba de tres casos presentados por el sindicato UGT.