Tous ha vendido joyas con plástico y durante la última semana este escándalo ha estado en boca de todos. Incluso la misma empresa reconoce que el 10% de sus joyas contiene materiales no metálicos.
Tras este descubrimiento, seguramente muchos de los que hayan comprado pendientes, un brazalete o un collar con el famoso osito de la empresa catalana, se estén preguntando si efectivamente están hechos de oro real.
Pero, ¿cómo se distingue una joya auténtica de una falsa? ¿Lo podemos detectar los propios clientes en la misma tienda? Tomás Epeldegui, director de Degussa España, explica que generalmente las personas se basan en la confianza a la hora de comprar sus joyas
Pero cuando surgen este tipo de escándalos, la confianza deja de valer. Para eso, nos explica Epeldegui, existe una máquina llamada espectrómetro que puede detectar el porcentaje de oro o los tipos de metales que se encuentran en una joya. La pieza se inserta en esta máquina y a través de un escaneo de rayos X determina si es auténtica.
Métodos caseros para comprobar si una pieza es de oro
Si no cuentas con un espectrómetro a mano, hay algunas fórmulas más sencillas para detectarlo. Una de ellas es la prueba del imán y asegúrate de utiliza uno muy potente. El oro no es un metal magnético por lo que no debe ser atraído por el imán. Así que si tu joya se queda pegada al imán, lo más probable es que no sea de oro.
También se puede comprobar con ácido nítrico. Para esta prueba hay que poner la pieza sobre una superficie de acero inoxidable y echar unas gotas del ácido. Si se pone verde, es que está hecha de otro metal, si adquiere un tono más blanco, es que es de plata, pero si no se observa ninguna reacción, la pieza es de oro. Pero ojo, porque este ácido puede provocar quemaduras en la piel.
La prueba de la mordedura, la de la densidad, o la de la cerámica, son otros de los métodos caseros más conocidos.
Ahora ya sabes, si no te fías de quien te ha vendido las joyas, como ha ocurrido con Tous, hay distintas formas de comprobar su autenticidad. O sino, puedes esperar a que una asociación como Consujoya denuncie una práctica ilegal, como la de rellenar joyas con plástico.