Daimler dice que sus ganancias caerán y culpa a la guerra comercial. Los nuevos aranceles a los vehículos exportados desde Estados Unidos a China perjudicarán las ventas y los márgenes de sus coches Mercedes-Benz. "Unas ventas de SUV inferiores a las esperadas y unos costes superiores a los esperados, que no se transmiten completamente a los clientes", señala la compañía, que "no pueden compensarse plenamente mediante la reasignación de vehículos a otros mercados".
También señala que afectará a sus cuentas "el nuevo proceso de certificación WLTP (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedure)". Entre sus productos, el más afectado serán las furgonetas Mercedes-Benz que tienen una expectativa de EBIT muy por debajo al año anterior. Los autobuses Daimler son los únicos que mantienen las cifras del ejercicio anterior porque también Mercedes-Benz Cars y Grupo Daimler prevén resultados de explotación por debajo del nivel del año anterior.
Además Volvo Car ha advertido de que las tarifas más altas pueden poner en riesgo la contratación prevista de 4.000 trabajadores para su nueva planta de ensamblaje en Carolina del Sur. Volvo hará una inversión en la factoría de 1.100 millones de dólares en los próximos años para convertirse en productor nacional y poder aprovecharse de las ventajas de comercialización de los productos americanos.