Bankia obtuvo un beneficio atribuido de 703 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 39,2% respecto a 2017. Sin embargo, en tasa trimestral se anota una pérdida de 40 millones de euros tras vender en diciembre una cartera de activos tóxicos por importe de 3.000 millones que resta 85 millones al resultado. Por ello, y en términos ordinarios, el beneficio se situó en 788 millones, lo que supone un descenso del 3,4% respecto al ejercicio anterior.
En un contexto de tipos de interés bajos, el banco controlado por el Estado se ha visto afectado en su principal caballo de batalla en el cuatro trimestre, el margen de interés. La diferencia entre lo que el banco cobra por los préstamos y paga por los depósitos, ha generado 2.049 millones de euros en el año. Es un crecimiento del 5,5% anual, pero un 9,6% menos que lo registrado contando con la fusionada BMN.
Por su parte, los ingresos por comisiones se incrementan un 3,4% y el margen bruto cae un 6,3% y se sitúa en 3.368 teniendo en cuenta a BMN en ambos casos. Sin ese efecto, el margen bruto se eleva un 11,3% y los ingresos un 25,3%.
Sin embargo, los créditos a clientes descienden un 3,8% anual, al tiempo que los depósitos ceden un 3,7%. También cede el volumen de activos de Bankia, que desciende un 4,1%.
Los gastos de explotación crecen un 20,7% por la integración de BMN, pero descienden un 3,4% en "perímetro homogéneo" por la "aceleración de la captura de sinergias tras la fusión".
En términos de solvencia, Bankia ha cerrado el ejercicio 2018 con una ratio de capital CET1 fully loaded del 12,51%, que recoge el efecto de la venta de carteras de activos improductivos y la operación de reorganización de banca seguros. Por su parte, el ROE sube 1,4 puntos, al 5,6% a cierre de 2018.
Tras el recorte de activos improductivos, de más de 3.700 millones, la tasa de mora queda en el 6,5%, 2,4 puntos menos que hace un año.
Con estos resultados, el Consejo de Administración propondrá a la Junta General de Accionistas elevar un 5% el dividendo por acción, hasta los 11,576 céntimos. La cuantía total que se abonará a los accionistas de Bankia ascenderá a 357 millones de euros, frente a los 340 millones del ejercicio precedente. El pay-out alcanza así el 50%.
Con la participación actual del 61,4% que tiene el FROB en Bankia, este dividendo supondrá un nuevo avance en el proceso de devolución de las ayudas por importe de 219 millones de euros. El total de las ayudas reintegradas tras realizarse el pago, que está previsto en abril, ascenderá a 3.083 millones de euros, de los que 961 millones corresponden a los cinco dividendos abonados desde 2014.