iPhone o Galaxy o lo que es lo mismo Apple frente a Samsung. Este cara a cara tecnológico entre los dos gigantes cada vez está más eclipsado por la irrupción en el mercado de las marcas chinas lideradas por Huawei, que el pasado verano ya se convirtió en la segunda marca de smartphones en el mundo, según Counterpoint Research.
Aunque la llegada de los nuevos iPhone llevará al gigante de Cupertino a recuperar ese segundo cajón del pódium, solo por detrás de la maquinaria surcoreana de Samsung. Sin embargo, y a pesar de vender la mitad de móviles que Samsung en este último trimestre del año, Apple gana cinco veces más que la surcoreana.
Según datos de Counterpoint, el 60% de las ganancias totales mundiales en el sector de teléfonos móviles las ingresa Apple, mientras que Samsung se queda con el 25,9% en el tercer trimestre de 2017. El resto se lo reparten las chinas Huawei, Oppo y Vivo. “En los últimos tres meses estimamos que las ganancias totales de Apple mejorarán gracias a sus ventas de iPhone X”, señala Counterpoint Research.
La irrupción del iPhone X ha llevado el precio del smartphone del gigante de Cupertino por encima de los 1.000 euros, cifra que también rebasó Samsung con su Galaxy Note 8, pero la jugada le ha salido mejor a los norteamericanos.
Y es que, según Counterpoint Research, por cada móvil vendido Apple obtiene 151 dólares de beneficio en el tercer trimestre de 2017, muy lejos de los 31 dólares ingresados por Samsung.
Aunque la firma surcoreana es una de las grandes beneficiadas del aumento de ventas para el gigante de Cupertino. Samsung es uno de los principales proveedores de los nuevos dispositivos de Apple. La surcoreana es una de las responsables de la fabricación de la pantalla OLED y de las memorias flash del iPhone X, que servirán tanto para la RAM como para el almacenamiento de archivos, de ahí los ingentes beneficios.
En total, Samsung conseguirá unos 100 dólares (85,10 euros) por cada terminal que venda Apple, lo que sin debe dar bastante placer a los ejecutivos que intentan competir por otro lado contra el popular teléfono.
Se espera que en los dos primeros años de vida del iPhone X se vendan en todo el mundo 130 millones, aunque las previsiones no se están cumpliendo del todo. A pesar de ello, el ingreso que dejará este nuevo smartphone en las arcas del gigante de la manzana mordida debido al amplio margen que dispone, ya que fabricar un iPhone X solo le cuesta 314 dólares, según IHS Markit, eso sí sin contar el coste laboral ni el gasto en I+D.
El coste de fabricación de la versión 8 es sensiblemente inferior a la del iPhone X, 216 dólares frente a los 314 dólares de este último, según datos de IHS Markit. Eso sí, el precio no cuenta las horas de montaje, por lo que subirían ambos.
“Apple está pagando una prima por la tecnología OLED", dijo Wayne Lam, analista de IHS. "La tecnológica está atada a un solo proveedor y Samsung puede imponer su precio". En concreto, el gigante de Cupertino se deja 93,27 euros por cada pantalla para el iPhone X por los 44,5 de los 5,5 pulgadas de la pantalla LCD del 8.
El nuevo diseño del smartphone del décimo aniversario también eleva la factura final. El iPhone 8 está diseñado en una estructura de aluminio, mientras que el X está acabado en acero inoxidable. Un pequeño cambio que suma 8,5 euros, según IHS Markit, así que cada armazón sale a Apple por 51,7 euros.
Pero el cambio más destacable, más allá de la pantalla, está en la reconversión del TouchID en FaceID. Para ello, el gigante de Cupertino incorpora el sistema True Depth Camera, que incluye módulos como una cámara infrarroja y un proyector de puntos para detectar la estructura tridimensional de un rostro.