Los españoles no habían tenido menos ingresos reales por cabeza desde el último trimestre de 2019, es decir, antes del estallido de la pandemia del Coronavirus en Europa. Según la OCDE,los ingresos de los españoles habrían caído más de un 7% desde entonces.
¿Los motivos? Una evolución negativa del superávit de explotación bruto y la renta mixta, unos ingresos muy ligados a los autónomos y, en líneas generales, a los trabajadores por cuenta propia puesto que, tal y como señala la OCDE, aporta alrededor de una quinta parte de la renta disponible de los hogares.
En 2022, España perdió más de 1.200 autónomos con apenas cinco regiones donde incrementó el empleo por cuenta propia. Esto supone el peor registro en una década y también la primera vez que se pierden autónomos en este periodo en términos netos de afiliación.
Además, 2023 tampoco empieza con buen pie y solo en enero se han perdido alrededor de 670 autónomos al día.
Solo seis países presentan una renta inferior a la pandemia
Del resto de países de la OCDE, solo otros cinco, además de España, tienen una renta inferior a la pandemia. Portugal, Reino Unido y en menor medida, Finlandia, Chequia y Dinamarca. Aunque son España y Portugal los que contrastan de manera especial, mientras que en el resto de países del mundo se mostró un crecimiento sólido desde la recesión experimentada en la pandemia, las dos economías de la península demostraron un comportamiento a la contra y registraron fuertes caídas en este dato que representa la cantidad máxima que una persona puede destinar a consumir sin reducir su riqueza neta.
También los hay que destacan porque la han mejorado, sobre todo Polonia y Eslovenia, que mejoran los ingresos por cabeza de sus ciudadanos en torno a un 7%.
En líneas generales, el periodo analizado por la OCDE, que comprende el cuarto trimestre de 2019 y el tercero de 2022, la renta real de los hogares españoles habría caído un casi un 8%, mientras que en la OCDE había crecido un 1,9%.
Además, en este periodo, España seguía arrastrando un descenso del 1,94 % de su producto interior bruto , cuando en el conjunto de la OCDE se había producido una progresión del 2,73 %
Un dato que, en cambio, choca con el último publicado por la OCDE, donde España sale mejor parada que el resto de países del grupo como uno de los cinco que tiene la tasa más baja de inflación.