La Oficina Nacional de Estadística ha hecho oficial el PIB de China en el tercer trimestre del año, notificando una mejora del 4,9 % interanual. El medidor aumenta gracias al incremento del consumo.
Así analiza los datos el analista independiente, Rafael Galán "Perpe":
El analista independiente, Rafael Galán "Perpe", valora positivamente el aumento del consumo en el país asiático.
Una de las grandes claves son las ventas minoristas, las cuales crecen un 3,3%. Es el ritmo más rápido desde diciembre del 2019.
Este dato confirma la tendencia de recuperación económica en el gigante asiático después de lograr controlar la pandemia (acorde a los datos oficiales que ofrece el gobierno chino).
La pandemia provocó en el primer trimestre la primera caída del PIB chino desde 1976, con un dato del -6,8 %. Sin embargo, en el segundo trimestre, el gigante asiático avanzó un 3,2 % interanual.
Los datos del PIB del tercer trimestre han sido, por lo general, bien recibidos por los mercados, a pesar de que se sitúan ligeramente por debajo de lo esperado por la mayoría de analistas. Las previsiones de los expertos eran de un avance superior al 5,2% entre julio y septiembre.
En términos intertrimestrales, el PIB aumentó un 2,7% en julio-septiembre, según la NBS. Un porcentaje también inferior en comparación a las expectativas de aumento de un 3,2 %.
El acumulado anual es positivo
En el global de los primeros nueve meses del año, la economía china se expandió un 0,7 %, regresando así a una situación de crecimiento.
En términos nominales, la riqueza total de China alcanzó los 10,79 billones de dólares (9,21 billones de euros) a finales de septiembre.
Desde la Oficina Nacional de Estadística se explican así los datos: "El crecimiento pasó de negativo a positivo, las relaciones entre la oferta y la demanda fueron mejorando de forma paulatina, se mejoraron la vitalidad y el dinamismo del mercado, y se garantizó el empleo y el sustento de la gente. La economía nacional continuó con su recuperación sostenida y se mantuvo la estabilidad social general".
Por primera vez desde el 1990, Pekín no se ha marcado una meta de crecimiento económico debido a la incertidumbre sobre la evolución de la COVID-19.