Aon presenta en primicia en Capital Radio su informe anual sobre catástrofes naturales. Durante 2019 se han registrado 409 desastres naturales provocando un impacto económico de 232.000 millones de dólares en pérdidas. Pero además las diferencias entre países son llamativas. Los países pobres están menos asegurados frente a desastres naturales, según Aon.
El “Weather, Climate and Catastrophe Insight: Annual Report 2019” detalla las cifras: esas pérdidas de 232.000 millones, aunque es una cifra muy elevada, está un 3% por debajo de la media en este siglo y es un 20% menos que en la década anterior.
Alfonso Valera Martos, CEO Reinsurance Solutions de Aon Iberia, explica que ha habido años reciente mucho peores. En el año 2011, con el terremoto y posterior tsumani de Japón, el impacto económico fue casi el doble.
Hablamos con Alfonso Valera Martos, CEO Reinsurance Solutions de Aon Iberia, de su último informe sobre clima y catástrofes naturales
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Del total registrado en 2019, 71.000 millones de dólares han sido cubiertos por los programas de seguros contratados tanto por el sector privado como el público, un 6% más que la media de este siglo.
Aon señalan que el dato está muy por debajo de la cifra récord de 157.000 millones de dólares alcanzada en 2017. También queda lejos de los 100.000 millones de 2018.
Esto supone que la ‘brecha de protección’, que es el porcentaje de pérdidas económicas no aseguradas, fue del 69% en 2019, el sexto nivel más bajo desde el 2000.
Además, esa brecha de protección, varía mucho entre países. Por ejemplo, en Japón, que ha sufrido dos tifones graves a finales de 2019, el 70% de las pérdidas estaban aseguradas.
En cambio en Mozambique, un país que se vio azotado por el ciclón Idai y no está acostumbrado a este tipo de desastres naturales, tan solo estaban aseguradas el 0,1% de las pérdidas.
Murieron 1.303 personas y se destruyeron más de 300.000 hogares. El impacto económico, las pérdidas, fueron de 2.000 millones de dólares.
“Es un reflejo del desarrollo económico del país y es una pena porque tener un seguro ayuda mucho a la recuperación de las pérdidas”.
La mayor preocupación: el cambio climático
Las firmas aseguradoras y reaseguradoras tienen datos históricos sobre el comportamiento de las temperaturas. En Europa, se han alcanzado cifras récord en 2019, con 46 grados en Francia y 42 en Alemania.
Son unas cifras que vigilan de cerca desde el sector y que preocupan, por las grandes pérdidas económicas que podrían provocar. De hecho ya están causando graves incendios en varias partes del globo, agravados por las sequías.
En todo caso no ha sido un mal año para Europa. La tormenta de viento Eberhard fue el único evento que superó las pérdidas aseguradas de 1.000 millones de dólares después de afectar a zonas de Europa occidental y central en marzo.
En el caso concreto de España, hemos sufrido la Dana, el elemento más grave de los últimos años y el segundo evento más caro por detrás del terremoto de Lorca de 2011.
De hecho el TOP 10 de catástrofes que causan mayores pérdidas se concentran en Asia. Y Valera, desde Aon, vuelve a recordar en este punto la diferencia entre países a la hora de asegurarse para estas catástrofes.
Japón se ha visto azotado en 2019 por dos tifones, causando pérdidas de 15.000 millones de dólares. De ellos, 9.000 millones estaban asegurados.
En cambio, las lluvias monzónicas provocaron daños combinados de 25.000 millones de dólares por inundaciones solo en China e India.
De esas pérdidas, que en China alcanzaron los 15.000 millones de dólares, la cantidad asegurada era muy inferior a la de Japón. Solo 700.000 dólares estaban cubiertos.
El informe anual de Aon sobre desastres no toca otros elementos, como el impacto del coronavirus. Lo que sí se incluyen son los incendios. Han provocado este año grandes pérdidas tanto en EEUU como en Australia.
La intensa sequía de varios años y el calor récord en primavera y verano llevaron a condiciones capaces de provocar incendios forestales destructivos en Australia que están causando un fuerte impacto, desde el punto de vista medioambiental y económico.
Se quemaron unos 18,2 millones de hectáreas (46 millones de acres) y se destruyeron más de 2.500 viviendas, lo que podría ocasionar pérdidas aseguradas que superen los 1.000 millones de dólares.
Pero además se han quemado grandes extensiones en el Amazonas y en Rusia. En este último país han ardido 10 millones de hectáreas en 2019. “Y eso no se ha dicho en ningún medio de comunicación”, apunta Valera.