En un nuevo programa realizado con colaboración con AECIM, Asociación de Empresas del Comercio e Industria del Metal de Madrid, se ha hablado de la normativa sobre envases. Sobre ello han debatido: Marta Carnero, coordinadora de medio ambiente y sostenibilidad de AECIM; Patricia Herrero, directora técnica y de operaciones de Ecolum; y Sonia Fernández, técnico de Medio Ambiente de Varosa.
Un cambio normativo está generando preocupación entre las empresas españolas. El nuevo Real Decreto de Envases, que busca reducir residuos y aumentar el reciclaje, supone un desafío económico y administrativo para prácticamente todas las compañías del país, especialmente para el sector del metal.
Escucha el programa al completo aquí:
El Real Decreto de Envases impone nuevas obligaciones financieras que afectan al 99% de las empresas, generando preocupación en el sector metalúrgico.
¿Qué cambia con la nueva normativa?
Marta Carnero, Coordinadora de Medio Ambiente y Sostenibilidad de AECIM, explica: "Hay un cambio importante en las empresas, sobre todo de hacerse cargo financieramente de los envases que ponen en el mercado". El principal problema, según Carnero, está en la definición de envase: "Envase siempre lo asociamos a una jarra de plástico o a una caja. Envase para este real decreto es mucho más amplio. Es el palé, es el papel film, es el fleje, es la pegatina donde le pones la dirección del destinatario".
Esta amplia definición implica que "afecta prácticamente al 99% de las empresas porque todas ellas protegen o embalan algo", teniendo que hacerse cargo financieramente del futuro residuo que genere ese envase puesto en el mercado.
Distintos tipos de envases, distintas tarifas
Patricia Herrero, Directora Técnica y de Operaciones de Ecolum, aclara que existen diferentes tarifas según el tipo de envase: "El tema de las tarifas está muy vinculado a cuál va a ser el modelo de gestión posterior de ese residuo". Los envases domésticos tienen tarifas más caras porque requieren "un despliegue de red muy importante en las calles", mientras que los envases comerciales e industriales tienen costes más económicos al seguir "flujos muy controlados".
El impacto en las empresas del metal
Sonia Fernández, Técnico de Medio Ambiente de Varosha, comparte la experiencia de su empresa, fabricante de varilla roscada: "Es un costo que a la empresa nos va a suponer, va a ser importante. En nuestro caso no nos queda otra que el embalaje que ponemos, ponerlo, porque es un material pesado que para ser transportado tiene que ir en palés sí o sí".
Fernández lamenta que este coste adicional es difícil de repercutir: "Es un gasto más que no puedes repercutir. Es muy difícil que la empresa que al final tú le vas a vender el producto lo pueda asumir, prácticamente imposible, y más con la competencia que tenemos".
Sanciones por incumplimiento
Las empresas que no cumplan con esta normativa se enfrentan a importantes sanciones. "Hay multas de 10.000 € fácil. Y ya si falsificas la información podemos ir a 2 millones", advierte Carnero, quien añade: "En España si se sanciona. Sabemos que se han abierto ya expedientes sancionadores desde el Ministerio".
El futuro de esta normativa se ampliará pronto a nivel europeo. Patricia Herrero señala: "Ya hay un reglamento nuevo europeo que va a hacer que en 18 meses, estamos hablando agosto del 26 más o menos, toda esta normativa sea obligatoria a nivel europeo".
A pesar de las dificultades, las empresas están adoptando medidas sostenibles. Como explica Sonia Fernández: "Por nuestra parte, prácticamente el 100% de los productos que compramos para el embalaje son 100% de materiales reciclados". Sin embargo, también destaca que "es más caro el producto reciclado muchas veces que un producto virgen".
El mensaje final es claro: las empresas deberán adaptarse a esta nueva realidad normativa que, aunque supone un reto económico, responde a la necesidad de avanzar hacia una economía más circular y sostenible.