Mientras que hemos visto a los precios de la electricidad, el gas y el combustible dispararse en los últimos meses, en el lado contrario de la balanza hay una serie de productos que no solo han conseguido mantener su precio, sino que lo han bajado.
La cesta de la compra es ya un 15% más cara que hace un año, según la OCU. Esta cifra es la más alta en 34 años.
Sin embargo, como decimos, no todo es más caro. Electrodomésticos, muebles, ropa y juguetes se han abaratado. En algunos casos hasta un 30%. Por ejemplo, el precio medio de un frigorífico ahora es de 900 euros, mientras que antes superaba los 1.440 euros.
Sucede algo muy parecido con los colchones. Según un estudio de Idealo, es uno de los productos que ha experimentado una trayectoria descendente desde que comenzara en concreto la invasión en Ucrania.
En opinión de de Kike Aganzo, responsable de comunicación de Idealo, esto se explica porque "en periodos de incertidumbre económica en el que tenemos miedo a gastar alargamos la vida de algunos productos".
Los españoles han empezado a ahorrar, o a apretarse el cinturón, pero los productos que no son esenciales están notando ya la caída en su demanda.
La Barbie es ahora un 30% más barata
Las prendas de invierno, por su parte, han caído un 9% desde antes de la guerra. Esto podría deberse a dos motivos: por un lado, el cambio de temporada que deja a prendas desfasadas o podría ser consecuencia del fast fashion.
"Es un sector que se enfrenta a una fuerte competencia y unos precios extremadamente baratos", señala Aganzo.
Por otro lado, la Barbie. La famosa muñeca rubia es hoy un 28% más barata que en febrero y los famosos juguetes de construcción Lego ya se sitúan de media por debajo de los 100 euros, cuando hace apenas unos meses alcanzaban los 114 euros.