La agencia de calificación Moody’s pasa por alto las incertidumbres económicas a corto plazo y valora las reformas impulsadas por el primer ministro Narendra Modi. Eleva la calificación de la deuda soberana de India por primera vez desde el año 2004 y mejora su nota un grado, desde Baa3 hasta Baa2, el mismo nivel que Filipinas e Italia.
Además, cambia la perspectiva desde positivo hasta estable, aunque reconoce que todavía hay un riesgo crediticio moderado. La bolsa india y la rupia han reaccionado con subidas del 1% y también suben los bonos del país.
La agencia señala que las reformas ayudarán a estabilizar el creciente nivel de deuda, situado en el 68% del PIB en 2016, y “con el tiempo, mejorar el alto crecimiento potencial de la India”. Moody’s reconoce que muchas de estas medidas necesitarán tiempo para mostrar resultados y algunas, como el Impuesto de Bienes y Servicios y la desmonetización, habrían socavado el crecimiento a corto plazo. El Impuesto ha supuesto la unificación de 17 tasas y tributos indirectos de los estados y del Gobierno central del país en un único tributo.
Entre los retos pendientes, la agencia de calificación hace hincapié en la todavía “débil inversión en el sector privado” y la falta de progreso en las reformas agrícola y laboral. En sus previsiones, pronostica que el crecimiento del PIB real del país se modere al 6,7% este año fiscal que finaliza en marzo de 2018. A medida que “se desvanezcan las interrupciones, con la ayuda de las medidas gubernamentales recientes para apoyar a las pymes y exportadoras” el crecimiento del PIB será del 7,5%.
Optimista es también el ministro de finanzas del país, Arun Jaitley, quien asegura en la CNBC que “la India debería debería volver a su rango de crecimiento normal para el próximo año” como consecuencia del nuevo plan impositivo de bienes y servicios y la prohibición monetaria. Pronostica que el crecimiento del PIB estará pronto entre el 7% y el 8%.