Enrique Peña Nieto y Justin Trudeau han hablado después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, anunciara su intención de renegociar el tratado de libre comercio con ambos países conocido como Nafta. Ambos países coinciden en sumar esfuerzos para continuar impulsando la integración económica de América del Norte.
Trump explica lo que quiere hacer: "He dirigido una campaña basada en el NAFTA, pero vamos a comenzar a renegociar sobre el NAFTA, la inmigración y la seguridad en la frontera, y México ha sido estupendo, realmente genial, y el presidente ha sido realmente increíble, y creo que vamos a tener un muy buen resultado para México, para Estados Unidos y para todo el mundo. Es muy importante".
El NAFTA, en vigor desde enero de 1994, agrupa en una amplia zona de libre comercio a Estados Unidos, México y Canadá, y fue uno de los blancos predilectos de Donald Trump durante la campaña electoral, al considerarlo causante de un éxodo de empleos estadounidenses hacia México.
La nueva administración republicana ya advirtió que si sus socios se oponían a una negociación "que aporte a los trabajadores estadounidenses un acuerdo equitativo". Según los estatutos del Tratado, una de las partes puede notificar a las otras su intención de retirarse, momento en que se abre un periodo de 180 días para comenzar nuevas negociaciones. Si no se alcanza un nuevo acuerdo, el antiguo se disuelve.
Trump ha confirmado que ya ha hablado por teléfono y que se reunirá con Peña Nieto el 31 de enero, y con Trudeau sobre esa misma fecha. Antes lo hará con la primera ministra británica, Theresa May este mismo viernes
El primer ministro de Nueva Zelanda, Bill English, confía en acordar un "plan B" del Acuerdo Transpacífico
Después de que Donald Trump, prometiera retirar a su país del pacto. English ha avanzado que los países que suscribieron el TPP han comenzado a discutir la posibilidad de que se implemente de alguna manera sin Estados Unidos y se ha mostrado confiado en recuperar el acuerdo con la ayuda de Japón. English también ha avanzado que Australia está dispuesta a ratificar el acuerdo y alerta de que el mensaje proteccionista de la nueva administración de EEUU supone un riesgo para la economía neozelandesa.