Chimo Ortega comenta que "el sector lo tiene asimilado [la prohibición del diésel], el problema es el ritmo al que va". Para entender como se ha llegado a esta situación hay que entender que el uso del diésel se ha fomentado desde la legislación europea a raíz de la problemática derivada del agujero de la capa de ozono. Esta clase de vehículos emiten menos CO2 pero más partículas contaminantes, por lo que estamos ante un problema grave de contaminación al que la legislación aún no ha sabido adaptarse. Se espera que la nueva norma de homologación de septiembre (impulsada desde el escándalo de Volkswagen) arroje medidas reales de CO2 y obligue a la Unión Europea a buscar una solución legislativa.
Nuestro experto deja algunas pistas para el usuario como "si se va a comprar un coche pequeño, que no sea diésel".