Entrevista con Germán Porras, secretario general de la Mesa de Turismo
España, olas de calor aparte, es uno de los países con uno de los climas más agradables durante, prácticamente, todo el año. El pasado 2018, el turismo dejó en España casi 90.000 millones de euros con la llegada de 82,6 millones de turistas.
España registrará un nuevo récord en la llegada de turistas internacionales este verano, con 29,6 millones de turistas en el tercer trimestre, un 1,7% más que el año anterior, y un gasto estimado que alcanzará los 33.908 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,2%. “Hay que poner las cosas en su contexto”, apunta Germán Porras, secretario general de la Mesa de Turismo. “Las cifras de años anteriores no son sostenibles, pero seguiremos creciendo”, añade.
Hasta mayo, el gasto de los turistas internacionales en sus viajes a España ascendió a 30.684 millones de euros, con un incremento del 3,8% respecto al mismo periodo de 2018. “En los primeros cuatro meses han gastado más y eso quiere decir que estamos en la estrategia correcta”, apunta Porras.
Sin embargo, el sector turístico español se enfrenta a importantes retos: brexit y la competencia en el Mediterráneo. Pero Porras va más allá, “nos preocupa el turista alemán, porque está dando signos de debilidad”.
El cambio climático está provocando “que los ciudadanos centroeuropeos se queden en su país, porque el clima está mejorando”, señala el secretario general de la Mesa de Turismo. Además, la “vergüenza a volar” es otro de los problemas a los que se enfrenta el turismo mundial.
En el corazón de Europa se está produciendo un movimiento para reducir los viajes en avión en distancias cortas y sustituirlos por trayectos en tren. “La contribución de la aviación a la emisión de gases invernaderos solo es del 5%”, apunta. “La CE ha hecho un informe muy preocupante y ya se está proponiendo reducir o prohibir los viajes cortos y eso coartaría la libertad de movimiento”, destaca.