¿Cuándo se abrirán las fronteras? ¿Podremos irnos de vacaciones este verano? ¿Qué pasa con los hoteles? Estas son algunas de las preguntas que se plantean los españoles sobre uno de los sectores más afectados por la pandemia del coronavirus. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) estima que el impacto económico en el turismo ya supera los 30.000 millones de euros y va "por mucho más".
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"Las expectativas del sector en estos momentos son nefastas", señala Ramón Estalella, secretario general de CEHAT. La incertidumbre que rodea al sector los fuerza a vislumbrar un futuro muy pesimista. Este año ya lo dan por "descontado", y estiman que por al menos cuatro años más, trabajarán para recuperar las pérdidas de 2020.
Si bien en la fase 1 del plan de desescalada los hoteles pueden abrir con un aforo reducido, en CEHAT hablan de que casi ningún establecimiento ha podido abrir. El problema es que está restringida la movilidad entre provincias. "Las personas no se van a ir de sus casas a vivir a un hotel, entonces los hoteles no abren".
Las reivindicaciones del sector hacia el Gobierno
Desde CEHAT consideran que las medidas del gobierno no son suficientes. "No hemos visto ninguna propuesta potente en España como están haciendo nuestros colegas europeos", dice Estalella.
Respecto a la imposición de una cuarentena de 14 días a todos los que lleguen del extranjero, Estalella considera que "no es nada oportuno que se tome una decisión el mismo día que otros países están pensando en evitar cuarentenas".
Una de las medidas que se deben llevar a cabo, según la organización, es reducir los costes de los establecimientos turísticos posponiendo pagos de hipotecas y estimulando el consumo de los españoles. Además, considera que el Gobierno debe ayudar a las aerolíneas. "O tienen ayudas muy importantes los aviones o no van a poner en marcha el volumen de vuelos que necesitamos", sostiene el secretario general de CEHAT.
Este verano va a ser "muy difícil", dicen los responsables turísticos. Y es que además de la crisis generada por el coronavirus, hay muchos trabajadores que han tenido que cogerse vacaciones forzosas y no van a poder viajar en verano. Además, muchas personas han perdido su empleo y no tienen la capacidad económica para tomarse vacaciones. "Que nadie piense que el día que se abran las fronteras va a haber gente deseosa de viajar", concluye.