Su receta tiene tres ingredientes principales: Elevada diversificación, bajas comisiones, gestión basada en algoritmos que no se ven afectados por la emoción humana. "El peor enemigo del inversor son sus emociones, con los algoritmos eliminamos ese sesgo humano", apunta Semenzato.
Las proyecciones para 2019 apuntan a más volatilidad en los mercados bursátiles por lo que "es necesario diversificar", añade. Según datos de la compañía, sus algoritmos han protegido "tanto que nuestras carteras han ofrecido una rentabilidad por encima del 6,32% por encima del Ibex en el año y un 2,16% por encima de la media de los fondos similares", sentencia el CEO de Finizens.