En vísperas de la festividad de San Nicolás, que para muchos marca el inicio de la época navideña, Notre Dame reabre sus puertas tras cinco años de reconstrucción. Sin embargo, las navidades francesas estarán señaladas además por un panorama de crisis política aun más pronunciado, ya que recordemos que Francia ya se encontraba en la cuerda floja desde las elecciones legislativas anticipadas, convocadas el pasado junio.
Las navidades francesas se inauguran con un panorama de inestabilidad política mientras la icónica catedral de Notre Dame reabre sus puertas.
Francia se queda sin Gobierno
Frente a las dos mociones de censura presentadas por el bloque de izquierdas y el partido de extrema derecha de Marine Le Pen, por 331 votos a favor el gobierno de Barnier ha caído tras únicamente tres meses desde su inicio, el mandato más breve de la quinta república.
De esta forma, Emmanuel Macron se ve obligado a buscar un nuevo primer ministro, a lo que, horas antes de ser destituido, Michel Barnier aprovechó para recordar que esta moción agravaría aun más la inestabilidad política, puesto que Macron no podrá volver a disolver las Cámaras y convocar elecciones hasta junio de 2025.
El Gobierno de Barnier ya se enfrentó a su primera moción de censura en octubre propuesta por la izquierda, pero la superó precisamente gracias a la abstención de la extrema derecha. Sin embargo, el proyecto de ley presupuestaria que pretende frenar la espiral de déficit público con 60.000 millones de euros en subidas de impuestos y recortes de gastos no ha contentado a los de Le Pen.
Notre Dame resurge de las cenizas
En medio de todo este apuro político, aun así los franceses se toman un respiro, ya que París se prepara para la reapertura de Notre Dame tras cinco años de trabajo por el duro incendio que azotó a uno de los monumentos más importantes de la capital.
La catedral se prepara para su reanudación histórica el 7 de diciembre, aunque no será abierta al público hasta un día después. Aparte del presidente Emmanuel Macron, que encabezará el acto de inauguración con un discurso, la jornada contará con grandes personalidades entre sus invitados, incluidos numerosos artistas.
Cientos de artesanos, 250 empresas y un coste de casi 700 millones de euros financiado por donaciones de hasta 150 países distintos han hecho posible esta reapertura, aunque buena parte de la recaudación proviene únicamente de cuatro grandes entidades.
Artemis, propiedad de la familia Pinault, ha apoyado con 100 millones. Sin embargo, han sido las familias Arnault (propietaria de LVMH) y Bettencourt (propietaria de L’Oreal) quienes han hecho las donaciones más cuantiosas (200 millones cada una). La cuarta y última gran donación de tres cifras fue la de la petrolera TotalEnergies con 100 millones de euros.