La previsión de crecimiento es más optimista que la que maneja el ejecutivo de Mariano Rajoy, que espera un incremento del 2,7% del PIB. El Plan de Estabilidad recién enviado a Bruselas por el Ejecutivo recoge también aumentos del PIB del 2,5% en 2018 y del 2,4% en los dos años siguientes.
La Comisión Europea explica la revisión al alza por la fuerte actividad registrada en el primer trimestre y añade que el consumo privado seguirá siendo la principal fuente de crecimiento de la economía española, aunque se ralentizará a medida que disminuya la creación de empleo y otos factores que apoyaron mejoras en la renta disponible de los hogares, como la caída de los precios del petróleo.
En todo caso, desde Bruselas destacan que España crece por encima de la media de la Eurozona. Consideran también que la recuperación tiene un mayor equilibrio que el crecimiento anterior a 2008, y confía en una recuperación, aunque leve, de los salarios en nuestro país.
Respecto al objetivo de déficit, la Comisión Europea reduce tres décimas su previsión hasta el 3,2% del PIB. De esta forma se incumpliría (aunque en una décima) el objetivo pactado con Bruselas. En este sentido, ensalza Bruselas las medidas aprobadas por el gobierno el pasado año y la mejora en las condiciones de financiación.
También alaba la Comisión los datos de empleo y la reforma laboral, que el gobierno aprobó bajo la supervisión de la Bruselas y que permitirá que el paro se reduzca al 17,6% este año y baje del 16% en 2018, su nivel más bajo desde 2009. No valoran desde la Comisión el tipo de empleo que se está creando, más allá de la mera creación.
Estos datos indican que “lo estamos haciendo bien” pese al elevado déficit y la abultada tasa de paro. Así lo explica Belén San José, analista de Bankinter que a pesar de ello asegura que “el incumplimiento del déficit no tiene que suponer algo negativo para la economía”.