El Banco de España ve señales de debilidad en la economía española pese a subir su previsión de PIB para este año. La entidad eleva 7 décimas el pronóstico de marzo y deja la proyección en 2023 en el 2,3%. Esta mejora obedece a la incorporación de las revisiones estadísticas y al comportamiento de las exportaciones de Servicios (también los no turísticos). Pero el BdE alerta de señales de debilidad en mayo y primeros días de junio, tanto en la Eurozona como en España.
Descarta la entidad que debamos achacar la debilidad a la convocatoria de elecciones en nuestro país. Y centra su observación en el peor comportamiento de la actividad manufacturera y su posible traslado a sector servicios.
En este segundo trimestre del año (abril-junio) el Banco de España trabaja con un escenario de crecimiento del 0'6%. Y ya de cara a 2024 rebaja una décima su previsión económica de marzo y pronostica una expansión del 2,2%.
Entre los factores que podrían empeorar este escenario, reconoce el banco, un mayor impacto de la subida de tipos de interés en la economía.
En cualquier caso, si 2023 ha sido el año de la demanda externa, 2024 será el año de la demanda interna.
Inflación por debajo del 2%
El BdE estima que este mes de junio la inflación tocará su mínimo anual por debajo del 2%, para volver a registrar tasas superiores al dos en meses posteriores. Y ya el año 2023 acabará con una tasa de precios del 3,2% y una inflación subyacente (sin energía ni alimentos) en la zona del 4,1%.
La moderación salarial en nuestro país, según el Banco de España, ha sido un factor determinante para que las tasas de inflación subyacente en nuestro país sean inferiores a las de la Eurozona.
El Banco de España reconoce que en sectores como hostelería, agricultura y construcción, empieza a ser más palpable los problemas de mano de obra.
Explica, además, la entidad que la percepción en España de que es más difícil perder el empleo es un factor que está estimulando el consumo.