El Banco Mundial eleva una décima, al 3,1%, el crecimiento global en 2018, debido al repunte del comercio internacional.
Aunque como amenazas detecta la ralentización de la productividad y el incremento de los proteccionismos.
Por eso espera que las economías avanzadas moderen su crecimiento al 2,2% este año a medida que los bancos centrales retiren gradualmente el estímulo monetario. En cambio, para EEUU eleva su estimación al 2,5% por la nueva reforma fiscal.
Los emergentes acelerarán hasta el 4,5 %, por la consolidación de los precios de las materias primas. La entidad cree que China continuará su “ralentización estructural", pero seguirá creciendo por encima del 6% e India, lo hará por encima del 7%.
Latinoamérica acelerará su crecimiento al 2% anual en 2018, tras el 0,9% del pasado año, gracias al impulso de Brasil, Argentina y México, asentado en el auge en el consumo y la inversión privada.
El BM también menciona que "la intensificación de las restricciones comerciales y el aumento de las tensiones geopolíticas podrían socavar la confianza y frenar la actividad económica". Este alerta puede ser interpretado como un alerta directo al gobierno de Donald Trump, por su tirantez con China pero especialmente tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte.
2018 será el primer año desde la crisis financiera en que la economía global pueda operar a plena capacidad.
Por ello, pide a los gobiernos que miren "más allá" de la política monetaria y fiscal y adoptar reformas que impulsen la productividad. Recomienda las dirigidas a mejorar la educación y la sanidad, así como la red de infraestructura en los países en desarrollo. Si no se hace advierte de que en la próxima década el crecimiento se reducirá un cuarto de punto.
El presidente del BM, Jim Yong Kim, asegura que estamos ante una gran oportunidad para invertir en capital humano y poner fin a la extrema pobreza en 2030.