Reuters.- El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, confirmó el martes las buenas perspectivas de la economía nacional pero advirtió sobre riesgos, fundamentalmente desde el exterior, y animó al gobierno a aplicar estímulos fiscales y reducir los desequilibrios para favorecer el crecimiento.
Tras calificar de "favorables", las expectativas de la fase expansiva, el gobernador del banco central señala en la carta de presentación del informe de 2016 presentado el jueves que en los últimos trimestres se han concretado una serie de riesgos que pueden afectar a la evolución de la economía.
Pese a que la entidad ve "necesario para culminar el proceso de consolidación presupuestaria" un tono restrictivo en política fiscal, considera que medidas fiscales contractivas y el alza del precio de petróleo podrían moderar el crecimiento, por lo que también anima al gobierno a aprobar políticas fiscales que lo impulsen.
"Una mejora de las perspectivas a medio plazo (...) requiere que el estímulo extraordinario que la política monetaria está proporcionando en la actualidad se vea apoyado por políticas nacionales que, en la esfera fiscal, aprovechen el margen de actuación disponible teniendo en cuenta las normas de disciplina presupuestaria", señala.
A más largo plazo, el Banco de España pide encarar los factores que limitan el alza del PIB, sobre todo, el elevado desempleo estructural, el envejecimiento de la población y un nivel de productividad "reducido".
En este sentido, pide de nuevo atacar la dualidad del mercado laboral, mejorar la política educativa y "determinar la relación deseada entre salarios y pensiones, y las vías para garantizar la suficiencia de ingresos del sistema".
Riesgos Externos
"Se espera que la recuperación continúe en 2017, pero existen riesgos significativos. Estos riesgos se derivan del entorno exterior y del alza de los tipos de interés en algunos mercados", explicó el Banco de España.
Entre los focos de incertidumbre exterior, menciona la transición de la economía china, un tensionamiento de las condiciones financieras ante el aparente sesgo expansivo de la política fiscal en Estados Unidos y la tentación proteccionista de algunos países con elevado peso en el comercio mundial.
El banco central explica que la orientación hacia el sector exterior que ha ido ganando la economía nacional durante la crisis hace al país especialmente vulnerable al proteccionismo.
"El proteccionismo comercial supone un riesgo notable para la recuperación de la economía española, que cada vez es más dependiente del sector exterior".
Añade que la forma que finalmente adopten las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea afectará directamente a la economía nacional, "dado su elevado grado de exposición a la británica en algunas parcelas, tales como las exportaciones de servicios turísticos y no turísticos o el sector financiero".
El hecho de que la economía nacional tenga una mayor dependencia de la importación de petróleo que otros países de su entorno, lleva al banco central también a advertir de no trasladar la reciente subida del crudo.
"(...) la necesidad de evitar una translación generalizada de las recientes alzas del precio del petróleo a los precios de otros bienes y a los salarios, dado el efecto negativo que generaría sobre la competitividad exterior de la economía".
La deuda y su coste
Aunque aplaude el proceso de desapalancamiento de los últimos años, Linde destaca entre las vulnerabilidades del país los todavía elevados niveles de endeudamiento público (100 por ciento de deuda pública/PIB tras aumentar 60 puntos desde el inicio de la crisis) y el posible efecto de una subida de tipos.
En este sentido, vuelve a pedir al gobierno trazar un plan de consolidación presupuestaria "a medio plazo".
En el ámbito privado, el Banco de España destaca los elevados niveles de deuda particularmente entre las familias con niveles de renta más bajos y en el ámbito empresarial entre pequeñas empresas o en los sectores constructor o inmobiliario.
Aunque reconoce que un hipotético encarecimiento de la financiación podría ser rápido pero relativamente modesto para hogares y empresas no financieras, señala que para las administraciones públicas podría tener efectos adversos por la implicación en la deuda con vencimientos a largo plazo.
"En el caso de las Administraciones Públicas, dado el elevado peso del endeudamiento a largo plazo, cabe esperar que la translación a las nuevas operaciones de financiación sea más intensa, pero también más lenta en términos del coste agregado".
La rentabilidad de los bancos
En su misiva, Linde menciona como elemento de vulnerabilidad de la economía nacional la rentabilidad "relativamente reducida" de los bancos.
"La disminución de los volúmenes de activos improductivos dentro de las carteras de las entidades ha tenido un impacto favorable sobre la rentabilidad, que, no obstante, se ha visto mitigado por la compresión de los márgenes de intermediación, en un contexto en el que el repunte de la actividad crediticia es todavía moderado".