Las empresas no financieras reducen su beneficio neto entre enero y septiembre un 20,5% respecto al mismo periodo de 2016, cuando sus resultados subieron casi el triple, impulsados por ingresos atípicos. Según la Central de Balances del Banco de España, los beneficios ordinarios sí aumentan pero siguen sin alcanzar los niveles previos a la crisis y en 2017 avanzan a menor ritmo, influidos por la evolución negativa de algunas grandes empresas. Al mismo tiempo, continúa el proceso de desapalancamiento, "favorecido por el buen entorno macroeconómico".
La actividad productiva de las empresas reflejada en el Valor Añadido Bruto crece un 4,6% anual, lo que supone una desaceleración respecto al crecimiento del 6,9% de 2016. El Banco de España lo atribuye al impacto negativo del sector de la energía, afectado por el incremento de los precios del petróleo.
En cuanto al empleo, en lo que llevamos de año continúa la creación de puestos de trabajo, que se extiende a casi todos los sectores productivos. Creció un 4,1% el año pasado entre las 379.014 empresas que forman parte de la muestra de la Central de Balances Integrada a cierre de 2016. Este año, tomando la referencia trimestral, la ocupación crece un 2,2% en las 884 compañías de la muestra.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, destaca que las pymes lideran esa creación de empleo y la proporción de empresas que crean empleo se acerca ya al 50%. Por tanto, se "amplía la diferencia respecto a aquellas que todavía destruyen empleo".
Sin embargo, las remuneraciones medias se mantienen prácticamente estables, tanto en 2016 (-0,1%) como en los tres primeros trimestres de 2017 e, incluso, se reducen. En los primeros nueve meses del actual ejercicio la remuneración de los trabajadores cae un 0,2% por las grandes empresas. Aunque la economía crece a un mayor ritmo los salarios no acompañan, y el Banco de España lo atribuye también a la evolución de la inflación y la elevada tasa de paro. Además, aunque mejora el empleo fijo (0,9%) crece con mayor intensidad el temporal (8,4%). Hernández de Cos hace hincapié en que la excesiva temporalidad es uno de los problemas del mercado de trabajo español y "no es positiva para los trabajadores".
Respecto al impacto de la inestabilidad política, el director general reconoce que representa un riesgo para el tejido empresarial. Explica que algunos indicadores de confianza y otros reales, como los del sector turístico, reflejan esa incertidumbre pero apunta que la información disponible únicamente se refiere al mes de octubre. En cualquier caso, el impacto final "dependerá de la persistencia del problema en el tiempo".