Las minoristas de EEUU están exprimiéndose el cerebro para ganarse el aguinaldo de estas Navidades. El reto es grande: este año hay seis días menos entre Acción de Gracias y Navidad en comparación con el año pasado. Seis días menos para que los compradores llenen sus carros de regalos navideños. Seis días menos para que los grandes comercios se llenen los bolsillos.
Así que el sector retail se ha puesto manos a la obra, le ha dado varias vueltas al coco y ya podemos ver el primer despliegue de soluciones: tiendas pop-up.
La tiendas pop-up son tiendas ocasionales que se montan durante un tiempo limitado para ofrecerle una nueva experiencia al cliente. El aliciente: estas tiendas ofrecen productos que el consumidor no puede encontrar online.
Ésa es la estrategia que han decidido llevar a cabo minoristas como Kohl’s y Macy’s para conseguir un ambiente de sumersión total para que el cliente gaste más. En otras palabras: ya que contamos con menos tiempo, vamos a intentar que el cliente se deje más dinero.
Y es que esta temporada navideña además se prevé un importante incremento de las compras online. Y eso también hace mucho daño. Comprar por Internet supone un problema, pero no sólo por la amenaza de Amazon, sino porque los clientes a menudo van más a tiro hecho. Así que con estas tiendas pop-up lo que pretenden las minoristas de EEUU es atraer y encandilar al público, conseguir que los compradores caigan rendidos al atractivo de estas tiendas, curioseen y acaben comprando.
El ataque de las tiendas pop-up
Porque está demostrado que cuando entramos a una tienda física sólo para mirar, acabamos llevándonos alguna cosilla de más que no teníamos planeada sólo por la experiencia de estar en una tienda con los productos colocados de una forma atractiva que invita al consumo. "El retail es una actividad muy impulsiva: la gente compra cosas sólo porque está allí sin haberlo planeado", señala Jay Sole, analista del sector retail en UBS.
Para ganarse más a los clientes, las minoristas de EEUU han preparado unos escaparates dignos de Instagram. Kohl’s, por ejemplo, ha abierto una tienda pop-up en Nueva York en la que los compradores pueden tomarse una foto virtual con la diseñadora de moda Vera Wang.
También lo ha hecho Macy’s en Herald Square con una tienda que permite pasear por Story, un espacio que la cadena de tiendas ha transformado para que los compradores se sientan como si estuviesen en un paraíso invernal y un acogedor refugio de esquí.
Ambas minoristas saben que la temporada de vacaciones de este 2019 no será una batalla fácil de ganar pero ponen toda su artillería para conseguir cerrar el trimestre de Navidades con un buen aguinaldo y dejarle el carbón a otros.