Argentina planea lanzar una emisión de bonos por importe de 12.500 millones de dólares. Su objetivo: destinar los fondos obtenidos mediante esta emisión para pagar a los tenedores de bonos impagados por el país, tras el acuerdo al que se llegó a principios de este año para cerrar el pleito con los fondos buitre.
Aunque todavía no se ha confirmado, se espera que estos títulos ofrezcan una rentabilidad de en torno al 7’5% a 10 años. Se barajan cifras que podrían alcanzar hasta un 8’5%, dado el actual contexto de inestabilidad en los mercados mundiales. En un momento en el que los tipos de interés están próximos al 0% en las principales economías del mundo y obtener rentabilidades está difícil, un 7’5% podría resultar atractivo para los posibles compradores. Para que nos hagamos una idea, un interés del 7’5% en bonos argentinos sería colocarnos 160 puntos básicos por debajo de la rentabilidad griega, que supera el 9%.
¿Cuál es el miedo? Que Argentina no pueda afrontar el pago que promete. Muchos analistas consideran que un interés del 7’5% no es suficiente para alguien que llega al mercado con una emisión de deuda soberana que podría ser la mayor de la historia.
Por tanto, una de las principales cuestiones es si este nivel de rentabilidad reunirá el suficiente interés como para captar un nivel de demanda a la altura de la emisión de deuda que prepara Argentina.
Aunque debemos tener en cuenta que nos movemos en un entorno en el que sobra la liquidez: los tipos de interés de la deuda segura están en niveles de 1’70 en EEUU, del 0’10 en Alemania... El coste de oportunidad del dinero es mucho más bajo de lo normal y se espera que la oferta de Argentina capte bastante demanda. Aunque todavía queda por conocer la calificación de estos bonos, existe un apetito general por el riesgo.
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IMAGEN: Flickr/Nicolas