Si cortamos el grifo del gas con Rusia el PIB de la zona euro caerá sobre el 1,5% y que solo en Alemania, según el FMI, el recorte en la actividad económica será cercano al 5%
Después de que EEUU haya entrado en recesión técnica y Reino Unido prevea hacerlo a finales de año, se teme que Alemania, la locomotora de Europa, se vea arrastrada por la crisis energética que atraviesa el viejo continente, con los peores datos de inflación en décadas.
La crisis energética, acuciada por las sanciones económicas a Rusia, ha derivado en tal grado de incertidumbre y desconfianza, que los Veintisiete han debido de cerrar un pacto, no sin dificultades, para establecer cuotas de ahorro de gas natural, dada la dependencia de los países europeos con los recursos energéticos rusos.
El Mecanismo Europeo de Estabilidad ha advertido de que un racionamiento de gas llevaría a la zona euro a la recesión, aunque España, que debe ahorrar un 7% frente al 15% comprometido por los socios europeos, sería el país menos afectado. En todo caso, si en agosto cesara por completo el flujo de gas desde Rusia, las reservas se quedarían vacías o casi para finales de año. Y los socios peor parados serían Austria, Bélgica, Alemania e Italia.
La UE no ha impuesto sanciones contra el gas natural ruso, pese a que Moscú ha reducido significativamente el suministro en los últimos meses en represalia por las sanciones europeas que echaron a rodar con la invasión de Ucrania. De hecho, con la reducción paulatina del suministro ruso de gas a Alemania, la principal economía europea ha debido retroceder en su agenda climática y de bienestar: utilizando el carbón como fuente de energía. Eso sí, según anunció el Gobierno alemán, se trata de una medida "temporal", porque el país continúa comprometido con la descarbonización de su economía.
Sofía Torres aborda los anuncios del Banco de Inglaterra: desde su mayor subida de tipos en 27 años, al pronóstico de su entrada en recesión a final de año y las previsiones de que la inflación llegue al 13% antes de que acabe el año.
Alemania redobla su apuesta por las energías renovables
Desde el polígono industrial químico-farmacéutico Hoechst, en Fráncfort, el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, asevera que Alemania tiene las "capacidades técnicas" suficientes como para producir "puestos de trabajo que funcionan económicamente", así como un importantísimo valor económico.
Esto no sólo es bueno para el clima, el medio ambiente y para la prosperidad de nuestro país como nación industrial, sino que también mejorará nuestra independencia en el suministro de energía.
"Sobre todo ahora", reconocía Scholz, cuando es evidente la dependencia de buena parte del mundo para con los recursos energéticos rusos, pero especialmente en el caso de Alemania: "Es una nueva forma de tecnología que se está estableciendo al mismo tiempo que se demuestra que podemos aprender con esta oportunidad".
El canciller alemán ha asegurado que "nos encontramos en una fase de gran cambio industrial" en la que se vislumbra una creciente necesidad de implementar "energías renovables para producir mucha electricidad". Pero también "el hidrógeno" para "diversas formas de movilidad, producción y procesos técnicos".